El Barça firmó a Neymar una cláusula que no merecía

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J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Del amor al odio solo hay un paso. Hace un mes el Barça hizo todo lo posible por fichar a Neymar. Treinta días después, el brasileño viaja a Barcelona para hacer un chantaje encubierto a su antiguo club. Anuncia que retirará la demanda judicial si el Barça le asegura por escrito que lo fichará el próximo verano. Una proposición inaceptable  que provocó que el acto de conciliación se fuera al carajo. Aquí comienza el caso Neymar-3. Es el caso de nunca acabar. El pacto extrajudicial fue imposible, continuó la guerra de abogados en el juicio y ahora todo queda pendiente de la sentencia del juez. Un jugador tan desleal y desagradecido no merece volver al Camp Nou.

La directiva del Barça tiene mucha culpa de lo que está pasando. Cuando Neymar firmó su última renovación barcelonista, julio 2016, cometieron un error que ahora pagan caro. Incluyeron en el contrato un ‘signing bonus’, un bono por firmar o prima de renovación, de 40 millones que se comprometieron en pagar en dos plazos, julio 2016 y julio 2017. ¿Qué sentido tiene pagar una prima de fichaje si no quedaba libre y se mejoraba de forma considerable la ficha? Ninguna. Sin embargo, el presidente Bartomeu y el director general aceptaron el chantaje del padre del jugador que, en su condición de representante, exigió el pago de 40 millones a cambio de que el Barça pudiera subir la cláusula de rescisión. Consentir la cláusula ha provocado este juicio comprometido.  

Los abogados del jugador consideran que el ‘signing bonus’ se devenga en el momento de la firma y prueba de ello es que el Barça se comprometió a pagarlo en el plazo de un año. Los abogados del club defienden por el contrario que la prima de renovación solo se devenga si se cumple el contrato íntegro. El Barça no le quiere pagar el segundo plazo porque se fue al PSG y le ha puesto una demanda al jugador para que devuelva lo percibido. Un lío monumental, un escándalo que dejará tocado a Bartomeu ya que cuando el club anunció la renovación, 2016, hablaron de la nueva cláusula de rescisión de 222 millones pero ocultaron los 40 millones de la prima de renovación. 

Más de uno piensa que si el interés del Barça sigue siendo fichar a Neymar el próximo verano y el objetivo prioritario del brasileño es volver a jugar al lado de Messi, lo lógico hubiese sido que las dos partes llegaran a un acuerdo para no ir a los tribunales. Pues no. Ya tenemos el caso Neymar-3 en los Juzgados. Recordemos que todavía hay pendiente una causa judicial interpuesta por la empresa brasileña DIS que reclama al Barça parte del traspaso, es el caso Neymar-2. El caso Neymar-1 terminó fatal para el club, el FC Barcelona, como entidad jurídica, fue condenada por delitos fiscales y societarios en la contratación de Neymar a cambio de que Bartomeu y Sandro Rosell  fueran exonerados de culpa.