El Barça no está jugando bien

El último resultado del ‘Observatori Blaugrana’, la macroencuesta con 1.000 socios y 1.000 aficionados culés, me llamó poderosísimamente la atención porque un gran porcentaje de encuestados admitieron que preferían que el Barça jugara bien (bonito) antes que ganar todos los títulos. Esa declaración de amor a una forma de ser, al ADN Barça, al estilo, es digna de aplauso, pero me permitirán que exprese cierta incredulidad porque yo no he conocido nunca a un solo socio o aficionado del Barça que no se cabree si su equipo pierde contra el Real Madrid o Espanyol, por poner solo dos ejemplos, aunque haya jugado muy bien a fútbol.

Dicho esto, y volviendo al nivel de exigencia que se le pide al conjunto azulgrana, que para algo tiene, entre otras cosas, a algunos de los jugadores mejor pagados del planeta, tampoco creo que los socios estén muy satisfechos del juego que viene ofreciendo el equipo de Valverde, aunque haya ganado todos los partidos de Liga. En Valladolid, por ejemplo, si el encuentro se hubiera jugado la temporada pasada, se habría ido con un empate, porque el gol de los locales lo anuló el VAR. El sábado, en Anoeta, la victoria ante la Real Sociedad llegó después de un insufrible primer tiempo donde no creó el más mínimo peligro y gracias a la soberbia actuación de Ter Stegen en los últimos minutos. No, este Barça puede y debe jugar mucho mejor. Tirando medias partes, como ocurrió el año pasado en Roma, o hace dos en París o Turín, este Barça no recuperará su reinado en la Champions League. A Valverde le han dado una plantilla lo suficientemente competitiva para que no se note cuándo juega uno o cuándo juega otro, salvo en el caso de Messi. Ha de ser capaz, por tanto, de tirar de fondo de armario para que en cada partido el Barça sea capaz de acercarse a esa excelencia que le pide el socio. Con partidos como en Valladolid o San Sebastián no lo conseguirá.