El Barça ya empieza a gustarse

La huella de Saras

El Barça, poco a poco, empieza a configurar su estilo de juego. Aún no es capaz de mostrar una superioridad clara ante rivales de menor entidad. Pero ante ellos actúa como una máquina de desgaste, que va mermando las fuerzas de sus oponentes hasta vencerlos a los puntos. Una táctica que han asimilado los jugadores, que es del agrado del técnico, y que le permite además dar minutos al final a piezas que no están participando tanto en los encuentros.

No obstante, delante de retos más exigentes, por ejemplo el CSKA en la Euroliga, seguro que no será suficiente. Deberán estar intensos desde el primer minuto. De momento, el equipo está intentando defender con agresividad, buscando siempre las transiciones rápidas. Ya en ataque posicional, Jasikevicius quiere que sus sistemas tengan mucha movilidad para aprovechar las cualidades individuales de sus hombres.

Cabe destacar el espectacular estado de forma de un Abrines que nos está sorprendiendo por su madurez sobre la pista. No menos importante es la recuperación de Higgins. Ante el Bilbao, el escolta, jugó como si no hubiera estado tanto tiempo en el dique seco. Ir completando la plantilla es un objetivo básico del técnico para conseguir la competencia dentro del grupo, y así ir mejorando como equipo.

Vuelve la Euroliga

Una eternidad. Es la sensación que tengo cuando pienso en el tiempo que hace que no disfrutamos con la Euroliga. Este jueves, el Barça debutará en el Palau ante el CSKA. Será una temporada compleja, con muchos partidos aplazados por culpa de la pandemia, pero que se debía iniciar para transmitir ilusión y lograr el retorno a una cierta normalidad.

Poco a poco, el público, en función de los diferentes países, también podrá acceder a las pistas. Algo imprescindible si queremos que los partidos pierdan la frialdad que ahora mismo transmiten. A Jordi Bertomeu, comisionado de la Euroliga, le preocupan un sinfín de aspectos en este inicio de campaña. Pero uno de los que más le quita el sueño se centra en las dificultades que pueden tener los equipos para viajar a otros países que tienen cerradas sus fronteras. Todo un reto logístico, y también político.

En todo caso, ya tenemos que centrarnos en el aspecto deportivo. Y el Barça se las verá con un CSKA poderoso, que no ha perdido potencial. Los nombres de Mike James, Shengelia -fichaje estelar del equipo ruso-, Hackett, Hilliard, Bolomboy, Clyburn, Milutinov o Kurbanov transmiten calidad, experiencia y un enorme poder físico. Hay que empezar ganando y generando buenas sensaciones. Hasta el momento, los blaugranas no han completado un partido redondo, ni han convivido con la presión que supone la Euroliga. Esperamos ver la mejor versión del Barça.