Zancadillas políticas al Barça

La junta gestora tiene preparado el operativo para las elecciones

La junta gestora tiene preparado el operativo para las elecciones / VALENTÍ ENRICH

Albert Masnou

Albert Masnou

No dudo de la dificultad de lidiar con la pandemia. Los políticos se han visto en una situación compleja que solventan de la mejor manera que saben. No les ha ido mal cuando han sido simples ejecutores de las necesidades de los investigadores, de los médicos o de los virólogos, pero se han dado de bruces cuando han actuado según sus necesidades, algo que se acentúa con la llegada de las elecciones. Con este horizonte próximo, los mensajes que lanzan se han enturbiado porque la prioridad deja de ser la salud y pasan a ser ellos. Hoy han rizado el rizo al permitir romper el confinamiento domiciliario si es para acudir a un acto político de las elecciones del 14 de febrero. Lo que ayer no era posible, hoy lo es porque a ellos les interesa.

Las elecciones a la Generalitat serán el 14 de febrero y las del Barça tres semanas después. Dos puestos claves de poder en Catalunya. Los dos sillones más buscados. Y ahora ya vale todo. Antes no permitieron el voto por correo, ahora sí. Antes no se podía romper el confinamiento domiciliario con el carnet del Barça, ahora incluso para ir a un mitin. Echaron a Bartomeu porque les interesaba un cambio, anularon las elecciones de enero porque les interesaba y ahora se han visto obligados a aceptarlo todo porque el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya les ha cambiado el paso y ha puesto las elecciones a la vuelta de la esquina.

Que acaben cuanto antes con todo su circo, que gane las elecciones quien tenga que ganarlas pero que sepan que durante este proceso habrán perdido el respeto de la gente. Luego se extrañan que haya quien proponga un boicot a las mesas electorales y se quejarán de que ha ido poca gente a votar. Dejen en paz al Barça, que escriba su propio camino.

La clave: el sillón del Barça no es para los políticos; que dejen en paz al club.