El Barça y la doctrina de Klopp

Klopp, en rueda de prensa

Klopp, en rueda de prensa / sport

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Ya está aquí el partido más importante del año, sin ninguna duda. En una temporada en la que los enfrentamientos contra el Madrid han sido descafeinados por el derrumbe blanco que le ha descendido a los infiernos de la irrelevancia competitiva, el Barça ha encontrado su primera verdadera noche decisiva en Europa. Y digo la primera, porque la de Anfield el próximo martes todavía lo será más. Y no digamos ya la final de la Champions, caso de clasificarse. Así que hoy es uno de aquellos partidos grandes, grandísimos, que nadie quiere perderse. Un partido de aquellos que también juega, y gana, la afición. Un partido de aquellos que el Camp Nou empuja a los suyos y condiciona a los adversarios. No me gustan los calificativos tipo templos o fortines, pero pero ya que Klopp se ha puesto en ello, digo yo que sería bueno que la gent blaugrana le demostrara su fuerza al entrenador del Liverpool.

Avisados están No vean en estas últimas líneas una crítica a Jürgen Klopp. Al contrario, es un tipo con un carácter singular que me cae bien y además me parece un extraordinario entrenador. Uno de los mejores de Europa, que cogió a un Liverpool en crisis y lo ha llevado dos años seguidos a acariciar gloria en Europa. Tiene su sistema y su modelo, que nos podrá gustar más o menos pero que nadie podrá decir que no es válido ni competitivo. Su doctrina la descubrió él mismo cuando dijo que la Champions es una cuestión de carácter, agresividad y actitud. Pues miren, si el Liverpool tiene carácter y el Barça a Messi, si el Liverpool tiene agresividad y el Barça a Suárez y si el Liverpool tiene actitud y el Barça a Piqué y Busquets, el Barça es todavía más favorito, básicamente porque el carácter, la agresividad y la actitud no son patrimonio de nadie y en cambio los cracks barcelonistas, los portadores del máximo talento, solo son del Barça. Ahora bien, el equipo de Valverde sale avisado: tendrá que igualar el carácter, la agresividad y la actitud del Liverpool para que su mejor fútbol se imponga. Tan sencillo como eso. Y además, no se lo perdonaríamos si no fuera así.