Barça: doble o casi nada

Ahora sí que sí. Empates y doblete a la vuelta de la esquina después de unos días con pocas alegrías. La paciencia y la lucha de toda la temporada tiene que traducirse en dos Copas. Esperemos que lo peor haya pasado y que lo que nos espera acabe en las vitrinas del Barça. Nuestros amigos lo viven con ilusión, pero también con alguna dosis de tensión.

Josep.- Veo que el Madrid también empata...Bueno de lo que se trata ahora es de ganar los dos títulos y dejarnos de puñetas y venga adelante, que ya estoy cansado de tonterías y de que al Madrid le den penaltis como másters a la Cifuentes.

Carlos.- Veo que esta semana hablas, después de la crisis de mutismo de la semana pasada. Me alegro de verdad.

Josep.- Sí, hablo a pesar del empate con los gallegos que le dieron diez vueltas al Barça. Empatamos y encima de milagro.

Carlos.- Lo que tú digas pero el Barça sigue imbatido y a nada de ser campeón de Liga.

Josep.- Ya me gustaría ganar la Liga en el Camp Nou contra el Madrid. 

Carlos.- Si pierde el Atlético podemos ganar la Liga antes.

Josep.- No, no... contra el Madrid. Déjate... ¿te imaginas?

Carlos.- Qué sibarita eres...

Josep.- Claro... un sueño. Bueno, ahora resulta que no tenemos cantera. ¿Has leído el SPORT? Pues yo creo que es verdad.

Carlos.- Lo que hay que hacer es espabilarse para que nos pase como el año pasado que todos los fichajes se hicieron tarde y mal. Ya sé que teníamos limitaciones y tot això, pero que afinen.

Josep.- Ara, te digo que lo del Barça fuera de la Champions y el penalti-cifuentes del Madrid, me ha ido bien porque estuve tres días sin comer.

Carlos.- Sin comer y sin hablar. Vaya carácter. 

Josep.- Pero mira, estoy hecho un figurín.

Carlos.- Veo que no hablas de la final de la Copa del Rey.

Josep.- No, de eso no que trae mal fario. No en parlem, tú. 

Carlos.- Hasta el ministro Zoido dice que si se falta el respeto al Rey o al himno, aplicará la ley Antiviolencia. Como muy serio él...

Josep.- Son unos genios... si alguien no pensaba pitar, ahora pitará. No tienen ni la más remota idea. ¿No lo ven que cuanta más bronca nos den, peor?... Pero del resultado y eso, no quiero hablar.

Carlos.- Pero si vamos a ganar...

Josep.- ¡¡¡¡Que te calles¡¡¡¡ 

Carlos.- Pero ¿por qué podemos hablar de la Liga y no de la Copa?

Josep.- ¿Quizá porque la Liga la ganaremos y la Copa no lo sabemos? La Copa me pone nervioso porque es la final a todo o nada...

Carlos.- Pero es la emoción de las finales. Hay que saberlo disfrutar, si no... apaga y vámonos. Además, ganaremos. Ya sé que no soportas que lo diga, pero ganaremos.

Josep.- Si fueses un buen amigo no me vacilarías así. Recuerda que te he dicho que la palabra “ganaremos” o la frase “Vamos a ganar”, trae mal rollo.

Carlos.- ¡Pero si acabas de decir la palabra y la frase!

Josep.- No es lo mismo porque yo lo he dicho para... que no lo digamos.

Carlos.- Pero lo has dicho. Para que no lo diganos, lo has dicho. Pero si te aseguro que da igual. Ya verás cómo a pesar de todo, ganaremos.

Josep.- Y ¡dale!. Ya veremos... yo también lo espero. 

Carlos.- ¿Qué? ¿Nos vamos a Madrid? 

Josep.- No puedo que no tengo el pasaporte en regla.

Carlos.- ¡Uuuui¡ Mira tú el soberanista. Pues si tienes tanta fe en la independencia como en el triunfo de mañana, lo tienes tú claro. Mira por donde.

Josep.- Yo solo tengo claro que hoy pagas tú el vermut. Y a ver si dejamos de empatar.

Carlos.- A la orden mi culé. 

Diríamos que la suerte está echada, pero no es cuestión de azar. Que el cansancio o la distracción, no nos afecten.