El Barça se defendió del VAR con fútbol de salón

El Barça ganó en La Cerámica

El Barça ganó en La Cerámica / EFE

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

A Setién lo que es de Setién, si ante equipos más aguerridos tuvo problemas para plantarles cara y conseguir controlar el partido, ante un Villarreal que intentó jugar el balón por el suelo y disputarle la posesión al Barça, el equipo blaugrana jugó a las mil maravillas.

Una de las claves del partido fue, sin duda, la reubicación de Antoine Griezmann en la punta del equipo junto con Suárez con Messi por detrás de ellos muy liberado de ‘pegarse’ con centrales. Vimos a un Messi suelto y a un Griezmann con mucha más intención y sobre todo entendimiento con sus compañeros.

Además el juego centrado dejó que Alba y Semedo tuvieran espacio para subir, parece que Setién ha dado con la tecla para que el equipo pueda triangular tres pases seguidos. Y ver al Barça jugar de nuevo un juego fluido, apetece.

Ver a esta equipo combinar, cruzar líneas y jugar de memoria, pero una memoria bastante lejana hace maldecir todos los partidos en los que hemos visto al Barça jugan sin espíritu y perdiendo la referencia futbolística que se merece el escudo. Y además lo ha hecho fuera de casa, algo que parecía prohibido viendo los números del equipo como visitante.

Otra cosa distinta es mirar la tabla de la clasificación, esa en la que el Real Madrid está distanciado y aupado por decisión del VAR tras decisión del VAR. Ya parece altamente sospechoso que todas las decisiones que señala el videoarbitraje sean para favorecer al equipo blanco. 

Si el Barça tiene que despedirse de esta liga por decreto, como mínimo que lo siga haciendo con el fútbol que desplegó ante el Villarreal. Si Setién logra mantener este nivel en los próximos tres partidos habrá demostrado que su teoría se puede llevar a la práctica.