El Barça debe enviar un mensaje a Europa

Xavi Hernández en rueda de prensa

Xavi Hernández en rueda de prensa / David Ramírez

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça que había encajado 14 en sus tres últimos enfrentamientos con el Bayern ya no existe. Era un Barça sin rumbo, sin proyecto, humillado reiteradamente en Europa. Un Barça perdedor. Con un vestuario decadente, hundido en la mediocridad. Afortunadamente, el Barça se ha transformado. Este nuevo Barça que están construyendo Laporta desde el palco y Xavi desde el banquillo es mucho más competitivo. Tal vez no esté, aún, a la altura de los grandes de la Champions. Pero se está acercando. La plantilla se ha reforzado con talento y ambición. Y el técnico le ha imprimido al equipo su personalidad ganadora. El inicio de temporada está siendo esperanzador. Con un Lewandowski imperial (9 goles en 6 partidos) y unos fichajes que han aumentado la competencia. Ser titular en el Barça es hoy mucho más caro. Y eso redunda en beneficio del rendimiento del conjunto.

Este nuevo Barça juega hoy en Múnich su segundo partido de la fase de grupos con un objetivo primordial: enviar el mensaje de que el Barça ha vuelto. Más allá del resultado, lo realmente trascendente es la imagen que se ofrezca en el Allianz Arena. Se trata de borrar aquel triste recuerdo del pasado más reciente y de demostrar que el equipo blaugrana puede luchar, otra vez, por todos los títulos. El Barça, por supuesto, saldrá a ganar. Porque una victoria reforzaría ese mensaje y aumentaría la ilusión de los culés. Xavi es consciente de que el mundo tendrá los ojos puestos en el partido de esta noche y quiere hacer toda una declaración de intenciones futbolística. No será nada fácil. Los blaugranas jamás han ganado en Múnich. Pero, ¿qué mejor momento para romper la maldición germana?

Xavi reconoció, en la rueda de prensa previa al encuentro, que el Barça se enfrenta a la oportunidad de cambiar la historia: "Nos vemos capaces de competir. Hemos cambiado. Todo se ve diferente al año pasado”. Aunque también quiso quitar presión al equipo ante las expectativas generadas: “Este partido no servirá para sacar conclusiones o dictar sentencia. Son tres puntos más de una fase de grupos”. El técnico recordó, una vez más, que el Barça se la juega en todos y cada uno de los partidos de la temporada: “La hora de la verdad es cada jornada”. Y acabó con una reflexión sobre la gran transformación sufrida por el conjunto blaugrana: “Hemos ganado en mentalidad. Y esa es la clave del fútbol moderno. Podemos perder, pero seguro que saldremos a ganar”.