El Barça debe entrar ¡ya! en el siglo XXI

Tusquets, en una imagen de archivo

Tusquets, en una imagen de archivo / FCB.

Toni Frieros

Toni Frieros

Se nos llena la boca a todos diciendo que el FC Barcelona es el mejor club del mundo, el que más dinero ingresa, el que más seguidores tiene en el planeta, cuyo modelo de propiedad es ejemplar... y de pronto abrimos los ojos y nos encontramos con unos procesos de participación social y de control anclados en el siglo pasado.

Los esperpénticos sucesos vividos durante el periodo del voto de censura (denuncia a la Guardia Civil, una máquina de falsificar firmas, etc, que, por cierto, han quedado en nada) y los rumores de falsificación de firmas, venta de papeletas e irregularidades en el recuento oficial en estas elecciones, de verdad, no ayudan en nada al prestigio de la entidad. Una de las primeras cosas que debería hacer el nuevo presidente del FC Barcelona y su junta directiva es modernizar la relación del club con sus socios. Y eso pasa, también, por acabar con las asambleas de 800 compromisarios que son, al final, los que tienen la llave del club.

Urge una modificación de los Estatutos (la Biblia de la entidad) para situar al FC Barcelona donde le corresponde, en el siglo XXI. Tiene que hacer uso de las nuevas tecnologías para terminar con ese esperpento que ha sido la recogida de firmas y universalizar de verdad la participación en las elecciones y en otras consultas. Que pueda votar el socio de Japón y el de la calle Mallorca de Barcelona. Mientras más voten, más democrático será el club. Porque todos queremos eso, ¿no? un Barça más plural y participativo. El voto electrónico, y no por correo, es la solución. Si se puede modificar la ley para esto segundo, también para lo primero. Hay que tener voluntad sincera y perder el miedo a que el control del club ya no esté en manos de unos pocos.