El Barça debe aprender a vender

Joan Laporta analizó el acuerdo con Limak para la remodelación del Spotify Camp Nou

Joan Laporta analizó el acuerdo con Limak para la remodelación del Spotify Camp Nou / DAVID RAMÍREZ

Joan Vehils

Joan Vehils

Hace unos años el presidente, Sandro Rosell, en una de sus primeras entrevistas que realizó cuando accedió al cargo explicó que el Barça no sería un club grande hasta que supiera vender bien. Venía a decir Rosell que era complicado o imposible competir contra los clubs propiedad de empresarios millonarios o de aquellos pertenecientes a países como Qatar, Abu Dabi o similares.

O sea, que solo con los ingresos procedentes del merchandising, entradas, cuotas de socios y patrocinios no daba para poder confeccionar un equipo competitivo. Los ricos fichan cuando quieren y los menos ricos tienen que saber vender para ir reajustando la economía. No hay otra. Es verdad que tampoco sirve de mucho vender bien si luego no sabes reinvertir ese dinero en nuevos valores o despilfarras esos ingresos en fichajes que no aportan nada al equipo y encima te cuestan un pico de ficha.

No obstante, hoy por hoy, la única salida es traspasar a algún crack por un precio elevado y en el momento oportuno. En el Barça, la lista de fichajes fracasados es tan larga como la de buenas ventas. O sea, un desastre. Florentino Pérez, por el contrario, ha sido un maestro en saber vender bien y en el instante adecuado.

Así ingresó 117 millones por Cristiano Ronaldo, 75 por Di Maria, 70 por Casemiro o se liberó de Sergio Ramos y su altísima ficha cuando todo el madridismo le veía como titular indiscutible. Hay momentos en los que a los presidentes no debe temblares el pulso por desprenderse de uno de sus futbolistas carismáticos. Todo tiene un fin y es mejor avanzarse.

En Can Barça, eso parece misión imposible. Es normal que siempre existan tres, cuatro o cinco futbolistas intocables, pero no puede crearse un debate público y cuestionar al presidente de turno cada vez que surge el rumor de una posible venta. Nadie duda que Pedri, Gavi, Araujo o Ter Stegen son algunos de esos intocables, pero otros habrá que tengan buen cartel y permitan sanear las vacías arcas del club.

Tendrá que ser valiente el presidente Laporta, porque la otra salida, la seguir vendiendo palancas ya no cuela y la tercera, la de convertir el club en Sociedad Anónima, nadie la contempla. Ni tan si quiera la estudian. Nombrarla ya parece un sacrilegio. Perdón.

En fin, que suerte tiene el Barça de su cantera y que de vez en cuando descubren y convencen a cracks como Pedri que quieren venir al Barça a cualquier precio. De lo contrario, y no es poco, el único objetivo asumible será el de ganar la Liga. Objetivo no menor y muy meritorio, pero los culés quieren volver a competir por la Champions.