El Barça no da ninguna opción al Manresa

Abrines durante el Barça - BAXI Manresa

Abrines durante el Barça - BAXI Manresa / @FCBbasket

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

El Barça salió al partido muy despistado y nervioso. En particular, porque pareció que no contempló que el Manresa plantearía un inicio sin tregua, tanto en defensa como en ataque. Espectacular la puesta en escena de los manresanos. Agresividad detrás, con 2x1, rebotes y un sinfín de contrataques. Los de Saras no sabían cómo capear el temporal, parcial del Manresa de 6-18 en 5’, con un Thomasson hiper motivado.

Los bases del Barça iban perdidos, perdieron muchas posesiones, y nadie era capaz de dar un paso adelante. Pero, los blaugranas era obligado que reaccionaran. Ya en el tramo final del primer cuarto, apareció Davies, y, en especial, en el segundo, con un Exum estelar, los de Saras se concentraron al máximo en defensa y, con cambios en los 2x1 para evitar las continuaciones, acabaron por colapsar al Manresa.

Además, en ataque el Barça se encontró con el triple y acabó por romper el partido. Cabe decir que el técnico culé, en el segundo cuarto, planteó de inicio un equipo muy defensivo, sin un cinco en pista, que no dejó ningún resquicio a su rival. Si los hombres de Pedro Martínez no pueden correr, el partido se les complica. Y, ante el Barça, tan sólo pudieron mostrar su juego alegre y descarado en contadas ocasiones. Querer, no siempre es poder. En especial, si delante te encuentras a un Barça muy serio y ambicioso.

Diferencias en las individualidades

El tercer cuarto fue un poco más de lo mismo. Un Barça desbocado, 7-0 de entrada, y sin ninguna intención de bajar la guardia. El Manresa sufrió de lo lindo. Siguieron sin aparecer piezas básicas como Moneke o Bako y, en general, todos los jugadores manresanos estuvieron muy lejos de su nivel habitual. Dio la sensación de que no esperaban una reacción tan brutal del Barça, y se vinieron abajo.

En cambio, el banquillo blaugrana funcionó a pleno rendimiento. Fue un espectáculo colectivo. Hasta ocho blaugranas anotaron, como mínimo, un triple. Y seis sumaron diez o más puntos. El último cuarto no existió. Mero trámite, rotaciones, y descanso para algunos hombres pensando ya en las semis ante el sorprendente Murcia.

También fue destacable el balance favorable entre balones recuperados y perdidos, 15 a 12. Sin duda, una victoria que refuerza al grupo. Por un lado, se produce ante un rival de prestigio y, en especial, es meritorio por la capacidad que tuvo el Barça de variar de manera muy rápida, en el segundo cuarto, un escenario que se había envenenado y hacía presagiar una situación muy peligrosa. Un gran partido de los blaugranas.