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El Barça, condenado a convertirse en sociedad anónima

En el futuro, el club puede caer en manos del gran capital

Si el Barça fuera una familia, estaría arruinada. Si el Barça fuera una empresa ya habría hecho suspensión de pagos.

Laporta y los dirigentes afrontan días decisivos para enjuagar la deuda

Laporta y los dirigentes afrontan días decisivos para enjuagar la deuda / Valentí Enrich

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

El Barça está luchando por levantar cabeza. Laporta no es el culpable de la situación actual, se encontró una economía en caída libre, sin un euro en caja, con una masa salarial insostenible y una deuda desbocada. Esto es imposible de arreglarlo en un año. Mal que nos pese, no hay otra salida que endeudarse más. Bartomeu tiene gran parte de culpa. Su gestión de huida hacia adelante dejando tierra quemada fue lamentable hasta dejar un agujero de dimensiones nunca vistas. Estiró mas el brazo que la manga, se pasó con los contratos y encima sufrió la pandemia del Covid que acabó hundiéndole en la miseria.

Si el Barça fuera una familia, estaría arruinada. Si el Barça fuera una empresa ya habría hecho suspensión de pagos. Pero como sigue siendo “mes que un club”, tiene que asumir la problemática sin poder hacer ampliación de capital –entiéndase una derrama de los socios- ni dar entrada en su capital social a un millonario salvador o a uno de esos fondos de inversión que parece que les sobra el dinero. Por filosofía e historia, el club es de los socios aunque los socios no tienen ninguna acción que lo acredite. Con esta perspectiva por delante no hay otra salida  que seguir endeudándose para superar la crisis con la esperanza de que mejoren los ingresos y se puedan pagar en el futuro los compromisos económicos adquiridos.

Sin embargo, cuando se deben tantos cientos de millones, parece imposible pagar la deuda con los beneficios anuales que genere el club. El Barça se acerca peligrosamente al precipicio, condenado a convertirse en sociedad anónima en un futuro no muy lejano. Los socios nunca podrán asumir como personas físicas el endeudamiento actual y llegará un momento que los acreedores exigirán algo mas que garantías de cobro en forma de derechos de televisión y querrán entrar en la gestión y el capital. Que nadie lo olvide, el club lleva tres años sin generar beneficios y su deuda se ha multiplicado por diez.

Comenzando por Laporta, nadie quiere que el Barça se convierta en una S.A., pero por el camino que va el fútbol parece inevitable. ¿Cómo se pagarán 2.000 millones de deuda? Hipotecando el futuro, vendiendo patrimonio, moviendo palancas que nos acercan a los fondos de inversión. Si además LaLiga hace de policía malo y se convierte en enemigo del Barça, todo resulta más difícil y complicado. Es duro competir con los clubs/estado, pero todavía es mas triste que desde Madrid quieran teledirigir el Barça.

La solución hoy no pasa por convertirse en sociedad anónima, pero en el futuro las circunstancias pueden llevar al Barça a caer en manos del gran capital. La bola de la deuda se está haciendo tan grande que puede enterrar voluntades y sentimientos.