El Barça completa una semana perfecta en Europa

El Barça ya es ahora uno de los grandes rivales a batir

El Barcelona tuvo una buena actuación en la Euroliga de baloncesto

El Barcelona tuvo una buena actuación en la Euroliga de baloncesto / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

RITMO DE VÉRTIGO

Ganar y ganar. El Barça se está acostumbrando a superar rivales, disfrutando además con esta vorágine de éxitos. Ahora parece que su ambición no tiene límite. Tarde o temprano se romperá la racha, pero la sensación de que el equipo sabe lo que quiere es evidente. Doble victoria en una semana exigente, dos rivales directos, en la que el discurso sobre las posibilidades blaugrana no se centran ya en si entrará, o no, en el playoff, sino en si será capaz de quedar entre los cuatro primeros. Un cambio de mentalidad radical a todos los niveles, propiciado por el enorme rendimiento del grupo. En tan sólo 48 horas, los de Pesic, han pasado de ganar en Milán anotando más que un oponente con muchos puntos en sus manos, a superar al PAO en el Palau jugando a la griega. Esta capacidad camaleónica para adaptarse a todos los escenarios es una característica no vista en el Barça desde hace mucho tiempo. Una dinámica espectacular.

LOS JUGADORES RESPONDEN

Es evidente que cuando todo fluye es más sencillo que el banquillo responda. No obstante, y pese a que el rendimiento de los jugadores es bueno, hay aún margen para la mejora. Hay nombres propios que lo están bordando como Heurtel, Seraphin, Hanga o Ribas. Otros que están complementando a los anteriores como son Pangos, Tomic, Claver i Oriola. Pero todavía quedan hombres que el Barça necesitará cuando llegue el momento de la verdad y no acaban de despegar. Es evidente que uno de ellos es Singleton. Está, pero no está. Al inicio de cada partido da la sensación de que esta vez sí será su día pero, de momento, no acaba de acelerar. Y su aportación se me antoja clave para alcanzar grandes objetivos. También Kuric ha de ser más constante. Uno de los problemas más visibles del equipo es la falta de puntos desde el  perímetro. Ahora Heurtel ejerce de “killer”, pero falta algo más por fuera que sólo Kuric puede aportar.

EL PALAU DEBE EJERCER DE TALISMÁN

Ambiente de gala. Ante el PAO, el Palau fue una fiesta. El público del blaugrana es muy consciente de que aún restan 7 finales en casa, y que el futuro de su equipo depende de estos partidos. Hay una comunión total entre la grada y el banquillo.

EL CAMINO ES TODAVÍA LARGO

La relajación sería un grave error. Pese a que el equipo se está gustando, no debe caer en la autocomplacencia. Si la exigencia no es máxima, una competición tan dura como la Euroliga acabará pasando factura. Algo muy a tener en cuenta.