El Barça no compitió ante el Maccabi

El Barça salió 'escaldado' en Tel Aviv

El Barça salió 'escaldado' en Tel Aviv / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

TOTALMENTE SUPERADOS

Un partido para olvidar. No me esperaba una puesta en escena blaugrana tan inoperante y sin ningún tipo de control. Sin quitar ningún mérito al Maccabi. la realidad es que el Barça no afrontó el duelo con la máxima concentración y, sobre todo, intensidad. Los de Pesic fueron superados en fuerza, ambición y acierto por sus rivales.

El nivel físico del Maccabi no pudo ser igualado por los jugadores culés, perdieron un sinfín de posesiones, y la sensación era que el partido se disputaba a diferentes velocidades. La defensa del Barça hizo aguas en el 2x2, en la presión toda la pista y en las ayudas defensivas. Una imagen impropia en un conjunto que se está destacando, hasta el momento, por su consistencia detrás.

Tampoco el rebote fue una ayuda. El dominio de los israelitas en esta parcela fue total en los tres primeros cuartos. En definitiva, un encuentro horrible en una pista realmente muy difícil. Lo peor sin duda es que, tras muchos partidos a un buen nivel, el Barça no pudo competir.

LOS JUGADORES NO APARECIERON

Casi nadie se salvó del desastre. La demostración de ganas en el último cuarto, cuando ya todo estaba decidido, fue meritoria pero insuficiente. En los primeros 30’, los jugadores del Barça naufragaron. Los bases tuvieron un día aciago al unísono. En esta situación es evidente que el equipo se siente huérfano. Pesic durante muchos los dejó en el banquillo, bien fuera por poner más cm. en pista o por decisión táctica, y prefirió que Hanga o Ribas fueran los directores de juego.

Tampoco el perímetro estuvo cómodo. Si obviamos el último cuarto, la escasez de puntos desde el exterior fue desesperante. Algo que se está convirtiendo en habitual, y que provoca muchas dudas y preocupaciones. Supongo que el poco protagonismo de Seraphin fue fruto de sus problemas físicos, pero ante un rival tan duro como el Maccabi fue un hándicap vital.

Punto y aparte merece el rendimiento de Singleton. Perdido por la pista, incapaz de generar situaciones positivas y desconectado de sus compañeros y del juego. Una imagen impropia de un jugador blaugrana.