El Barça comienza a tener la suerte de los campeones

La suerte en la vida es un factor a tener muy en cuenta. La suerte no es una panacea, pero la mala suerte puede provocar más de un disgusto. En el sorteo de la Champions de ayer, sobre el papel, el Barça tuvo suerte. Dicen que la suerte es para el que se la merece y en este sentido el equipo de Valverde se la trabaja esta temporada. El bombo de Suiza fue favorable al único club español que sigue en liza. Las cartas de aquí a la final del Wanda ya están marcadas. La temida Juventus de Cristiano no se cruzará en el camino de cuartos. Tampoco en semis. Los italianos solo se enfrentarían a Messi en una hipotética final. El Manchester City de Guardiola también se aleja de momento. Va por la otra parte del cuadro y en semis es probable que se juegue la eliminación con la Juve. El Barça comienza a tener la suerte de los campeones.

Hace cuatro años que el Barça no llega a la final de la competición de clubs más importante del mundo. Con el agravante de que las tres últimas ediciones las ha ganado el Real Madrid con arbitrajes amigos, sin VAR y con Cristiano. Caer tres años seguidos en cuartos frente al Atlético de Madrid, Juventus y Roma fue muy duro, en especial el palo del año pasado frente a un equipo inferior. Estamos convencidos de que este calvario ha servido para aprender la lección, los jugadores alimenten ánimo de revancha y prioricen la Champions como si les fuera la vida. 

La Champions ya no es una asignatura pendiente, es mucho más. Una necesidad para recuperar el prestigio perdido, para cuadrar el presupuesto con los 90 millones que adjudica la UEFA al campeón, para que el Camp Nou vuelva a ser el referente del mejor fútbol mundial, para que Messi vuelva a ganar el Balón de Oro. Con la Liga casi asegurada y clasificados para la final de Copa, los esfuerzos y sacrificios del próximo mes irán encaminados a eliminar al Manchester United, un rival asequible pero menos fácil de lo que algunos se creen. Con Mourinho los diablos rojos no jugaban a nada, era un equipo roto sin moral ni confianza. El noruego Ole Gunnar Solksjaer, antiguo delantero del club, ha cambiado la dinámica de forma espectacular. Parecían condenados a quedar relegados a jugar la Europa League y resulta que están en cuartos de final tras superar en un partido histórico al PSG que les llevaba dos goles de ventaja. 

El Manchester United es un equipo que trae buenos recuerdos a los aficionados barcelonistas. No en vano, ni en los mejores tiempos de Ferguson fue capaz de superar al Barça en dos finales de Champions. En el 2009, el Barça de Guardiola, con goles de Eto’o y Messi, conquistó su tercer título continental en Roma. Dos años después, en la catedral de Wembley, en un partido memorable el Barça volvió a pasar por encima del United con goles de Pedro, Villa y Messi. Dos recuerdos fantásticos de cómo un Barça emergente dejó KO por dos veces al equipo con más seguidores del mundo. Ahora se volverán a ver las caras en cuartos y el resultado tiene que ser el mismo. Hombre por hombre, presupuesto por presupuesto, el Barça es superior y debe confirmarlo sobre el terreno.