El Barça coge impulso en una Liga que se tiñe de blaugrana

El Barça quiere esta Liga. Mejor dicho, la necesita. El proyecto que están construyendo Laporta y Xavi requiere de un gran título para consolidarse y avanzar hacia el futuro. Ganar la Supercopa de España estuvo muy bien. Aportó tranquilidad. Y supuso una primera proyección de lo que puede llegar a ser un nuevo Barça. Pero no basta. Descartada la Champions tras la dolorosa eliminación en la fase de grupos, la Liga es el gran objetivo para lograr ese impulso definitivo. El equipo de Xavi es consciente de la trascendencia de este título. De ahí que demuestre una capacidad competitiva que hacía mucho tiempo (demasiado) que no se veía. La solvencia de este Barça es impresionante: 15 victorias en 18 partidos, con solo 1 derrota (en el clásico del Bernabéu) y dos empates (ambos, curiosamente, en el Camp Nou ante el Rayo y el Espanyol). Más espectacular aún es la solidez defensiva sustentada en el gigantesco estado de forma de Ter Stegen: solo 6 goles encajados (tres de ellos contra el Madrid) y 14 porterías a cero. Este Barça gana jugando bien, jugando regular y jugando mal. Y eso, sin duda, demuestra que ya está preparado para ser campeón. A Xavi, por supuesto, le gustaría que todos los triunfos vinieran acompañados de un fútbol brillante. Pero conoce las urgencias y entiende que ahora, lo que importa, es ganar. Ganar como sea y por encima de todo para poder luchar por el título liguero.

Un título que, desde anoche, está mucho más cerca gracias al pinchazo del Madrid ante la Real Sociedad en el Bernabéu. El empate entre el segundo y el tercer clasificado permite al Barça abrir brecha al frente de la clasificación. Los blaugranas tienen ahora 5 puntos de ventaja sobre el equipo de Ancelotti, a la espera del clásico del próximo 19 de marzo en el Camp Nou (justo antes de un nuevo parón de selecciones), que será más decisivo que nunca. El Madrid no pudo con el solvente conjunto donostiarra, que ya puso en graves apuros al conjunto de Xavi en los cuartos de final de la Copa. En esta ocasión, el portero Remiro fue el héroe de la Real para desespero de Vinicius y de toda la afición merengue, que ve con impotencia cómo la Liga se tiñe de blaugrana. Nada está ganado, pero el Barça está hoy un poco más cerca de volver a ser campeón.