El Barça es un club libre y democrático

Víctor Font, en el momento de entregar las firmas en la sede de la OAB

Víctor Font, en el momento de entregar las firmas en la sede de la OAB / VALENTÍ ENRICH

Ernest Folch

Ernest Folch

La gran virtud del Barça es que es un gigante ecosistema en el cual caben infinitos puntos de vista. El episodio de las declaraciones de Piqué que hemos vivido esta semana solo se entiende de verdad si se comprende la naturaleza profundamente democrática de la entidad, obligada a aceptar, incluso en público, todo tipo de opiniones de jugadores, entrenadores, socios y por supuesto periodistas. La última crisis semanal solo pone de manifiesto que en este club el “ordeno y mando” que reclaman algunos sencillamente no es posible, porque la junta directiva tiene en realidad un poder limitado, que lo ejerce únicamente por delegación de sus socios, y bajo presión del entorno, futbolistas, socios y todo tipo de actores económicos y sociales. Siendo cierto que en el Barça los jugadores han acumulado mucho poder (pero únicamente como resultado de sus méritos deportivos, igual que ha sucedido en muchos clubs), también lo es que el poder, en el club blaugrana, está hoy por definición fragmentado y dividido, lo que necesariamente equilibra todas las tensiones. Cierto, la pluralidad acarrea a menudo tensión e inestabilidad y hasta puede llevar a situaciones incómodas. Pero esto siempre será mucho mejor que cualquier poder absoluto. En el PSG o el Valencia las crisis se atajan desde Doha o Singapur. En el Barça solo se solucionan hablando y por supuesto cediendo.

Éxito de Víctor Font... y del Barça

Que un socio como Víctor Font sea capaz de reunir 5.000 firmas en tan poco tiempo y lograr por primera vez introducir un punto en la asamblea es sin duda un gran éxito para su precandidatura, pero también un orgullo para el Barça, porque demuestra otra vez el carácter plural de la entidad. El club ha actuado con sentido común e inteligencia dejando que Font hable en la asamblea y afrontando de cara un debate que en realidad tiene pocos secretos: el voto electrónico solo podrá ejercerse cuando haya sido aprobado el proyecto de ley que está en curso. También en eso el Barça puede presumir de ser un club libre y democrático.