En manos de Neymar... o de Guardiola

Pep Guardiola en el Signal Iduna Park

Pep Guardiola en el Signal Iduna Park / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Los culés han variado sus objetivos desde que el Barça quedara eliminado de la Champions. Una temporada más (y ya son seis consecutivas), los blaugranas han fracasado en la Copa de Europa. Y a sus socios y aficionados no les queda más remedio que agarrarse a un clavo ardiendo: que, al menos, el Madrid tampoco sea campeón. Es un pobre consuelo. Pero es el único. El problema es que los blancos son los reyes de la Champions y se hacen fuertes en esta competición a pesar de sus debilidades futbolísticas. No en vano han ganado 13 Copas de Europa y cuatro (tres seguidas) en los últimos siete años. Y esta campaña ya están en semifinales, donde se enfrentarán al rival más asequible, el Chelsea. Hace poco más de dos meses, el Madrid estaba hundido. Ahora lleva una racha de 14 partidos sin perder (11 victorias y 3 empates) y se encuentra en disposición de conquistar un doblete histórico. Se puede criticar el pobre juego del equipo de Zidane, pero su rendimiento es impresionante. Sobre todo teniendo en cuenta el nivel de su plantilla... Es lo que tiene el Madrid: es capaz de ganar mucho haciendo poco. Todo lo contrario de lo que le sucede al Barça: necesita ser mucho mejor que sus rivales para ser campeón.

Ante la nueva posibilidad de que el Madrid vuelva a ganar la Champions, los culés se encomiendan a dos ex blaugranas: Neymar o Guardiola. Del duelo entre el PSG y el Manchester City (si el Chelsea no lo remedia) saldrá el contrincante de los blancos en la final. La magia del brasileño (secundado por la pegada de Mbappé) o la esencia del fútbol de Pep. Solo ellos pueden evitar lo que parece inevitable: que un Madrid mediocre gane su decimocuarta Copa de Europa. Sería terrorífico tener que aguantar, una vez más, toda la maquinaria propagandística de la caverna mediática. Ya han (hemos) sufrido suficiente los culés en los últimos meses con la triple crisis deportiva, económica e institucional del Barça como para, encima, tener que soportar otra Champions blanca...