Tres buenas noticias tras la bancarrota

La junta gestora tiene preparado el operativo para las elecciones

La junta gestora tiene preparado el operativo para las elecciones / VALENTÍ ENRICH

Ernest Folch

Ernest Folch

La nueva discusión bizantina y estéril del barcelonismo: la crítica situación económica del Barça, ¿es culpa de la pandemia o de la mala gestión? Desconfíen de quien diga solamente una de las dos, porque son las dos, combinadas diabólicamente, las que han llevado al club a una situación límite. El colapso del turismo ha castigado más al Barça que a ningún otro club, pero los funambulismos contables (Neto/Cillesen, Arthur/Pjanic) sin ningún objetivo deportivo, eran un síntoma de que hacía tiempo que ya se habían traspasado todas las líneas rojas. Lo que ya no discute nadie es que la precaria situación económica, sin un horizonte inmediato de resolución, cambia radicalmente el escenario, y provoca que la entidad entre a partir de ahora en terreno desconocido. 

La primera buena noticia es que el día 7 de marzo se votará, y que tras un buen trabajo del club, la Generalitat y los precandidatos, se ha logrado la solución menos mala. En el peor momento del Barça, podrá entrar rápidamente una nueva junta, con un nuevo proyecto y energías renovadas, a empezar a encauzar los graves problemas que acechan a la institución.

La segunda buena noticia es que la junta entrante tendrá las manos más libres que ha tenido jamás un gobierno del club. Todo el margen que no tendrá económicamente lo disfrutará con un entorno habitualmente crítico pero que esta vez necesariamente tendrá que darle tiempo y crédito para que cambie el rumbo de la entidad. Pero además tendrá plena libertad para huir del cortoplacismo que tanto daño ha hecho y dependerá menos que nunca de los resultados. Nunca jamás un presidente contará con tanta paciencia y comprensión de su masa social: gane quien gane, ¡que aproveche esta oportunidad única, por favor!

La tercera buena noticia tras la bancarrota es sin duda la mejor. Porque la economía obliga, esta vez no por convicción sino por pura necesidad, a apostar por fin por la cantera. El camino que tan bien ha iniciado Koeman con los jóvenes (Pedri, Ansu, Araujo, Mingueza) deberá extenderse a toda la plantilla. Se acabó fichar a futbolistas que en nada mejoran a lo que había en casa. Pide paso a gritos por supuesto Riqui, pero ya pueden ir preparando un sitio para Collado (¿alguien nos puede explicar qué hace un jugador con nivel sobrado de primera jugando en Segunda B?), Iliaix, Orellana, Comas y los que vengan. Se acabaron también estos discursos falsos que nos decían que no había calidad en el filial, que proclamaban los que solo querían justificar los injustificables fichajes (tipo Junior Firpo en lugar de Cucurella), que han llevado al club primero a olvidar su modelo y después a arruinarse.

Estamos en el escenario soñado para iniciar una nueva época, mirar la verdad de frente y gozar por fin con La Masia. Al loro, que no estaremos tan mal!

MÉS QUE UN CLUB, El trabajo silencioso de Pere Jansà

Me cuentan que la persona que más y mejor ha trabajado en el Barça para lograr el acuerdo con Correos y lograr proteger a la masa social blaugrana de más de 65 años (a los que se les recogerá el voto en su domicilio) ha sido Pere Jansà, responsable del Área Social. En medio del vacío de poder, olvidamos que hay ejecutivos que permiten que el club siga funcionando con dignidad, y que gracias a ellos se celebrarán elecciones con plenas garantías democráticas.

MENYS QUE UN CLUB, El escaqueo de los penaltis

El problema de los tres últimos penaltis fallados (errores de Griezmann, Braithwaite y Pjanic) no son los errores sino la dejación de responsabilidades que implican. Detrás de los fallos hay una incapacidad de algunos futbolistas (especialmente Griezmann) de asumir sus responsabilidades e imponer su jerarquía en ausencia de Messi. Mucho quejarse algunos de la influencia negativa del astro argentino, y resulta que cuando no está nadie asume ningún liderazgo.