Barça-Arthur, un lío que se veía venir

El coronavirus ha provocado grandes pérdidas económicas en los clubs, pero también desajustes en los calendarios que han acabado tensionando las relaciones entre clubs y jugadores. No solo por las rebajas salariales sino por haber destrozado calendarios variando ecosistemas de negociación que facilitaban fichajes y ventas en un ambiente post-temporada mucho más sosegado. El traspaso de Arthur, el más importante y necesario que ha cerrado el Barça, tuvo que negociarse durante el confinamiento y se firmó pocos días después del regreso a la competición y con semanas por delante para dar por concluido el curso.

Arthur y Barça han tenido que convivir con su relación contractual en fecha de caducidad marcada y no hay duda que la desconfianza y el deterioro que produce saber que ya era futbolista de la Juventus tarde o temprano iba a acabar explotando. Y es una lástima porque no interesa a ninguna de las dos partes.

ES UN ERROR SALIR ASÍ

Arthur ha entendido que Quique Setién ya no contaba con él y ha tirado por la brava, pero se equivoca. Rescindir un contrato unilateralmente y dando un portazo nunca es una buena noticia, aunque se tenga parte de razón. Arthur no quería irse del Barça, pero acaba marchándose triplicando su sueldo. Es cierto que se esfuma su sueño blaugrana, pero el futuro da muchas vueltas y nunca es bueno cerrarse puertas. El Barça quizás le hubiese necesitado y competir en la Champions es un orgullo para todo jugador. Ahora parece que no podrá ser y llena de argumentos a los que han defendido su salida. 

La clave: Arthur entiende que Setién no contaba con él y se equivoca saliendo mal del club