Al banquillo ya se le puede mirar

Dembélé no está en venta

Dembélé no está en venta / Javi Ferrandiz

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

Algo ha cambiado esta temporada en el Barça. El equipo blaugrana está remontando encuentros que en otras ocasiones caían en la desídia y en la falta de ideas y pese a que remontar supone haber encajado y eso nunca es buena noticia, como mínimo las muestras de saber reaccionar y dar la vuelta a un encuentro dejan algo mejor sabor de boca.

Los últimos veranos han estado marcados por un mantra que era el de mejorar la plantilla en global y permitir que el equipo tenga más profundidad que 11 futbolistas y algún cambio que se hace por rutina. La verdad es que mirar el banquillo del Barça ahora ya no es hacerlo hace una temporada o dos y aunque nadie lo esperaba cuando se le fichó por 105 millones más 40 en variables, tener al mosquito Dembélé esperando soltar un picotazo en el banquillo da una cierta esperanza que algo puede cambiar.

Valverde ha pasado de intentar aguantar un resultado haciendo entrar a Arturo Vidal, tarea que no conseguía cumplir con mucho éxito, a tratar de poner más pólvora para aprovechar los momentos en los que el equipo rival más tocado físicamente está y en esta tarea, Ousmane Dembélé no se arruga ni un ápice. Lo vimos contra el Real Madrid y también ayer contra el Rayo, parece que Dembélé se encuentra más cómodo rompiendo un partido desde el banquillo que desde el pitido inicial. Quizás es el que más sale en las fotos, pero es sin duda la cara visible del nuevo banquillo del Barça, un lugar donde se puede mirar.