El balón ha dejado de aguantar al club

Riqui Puig, jugador del Barça

Riqui Puig, jugador del Barça / AFP.

Ferran Correas

Ferran Correas

Durante muchos años ha hecho fortuna en el Barça una frase que decía que el equipo mantenía a la junta y al club. Tras la enésima decepción consecutiva del Barça en Europa y la decepcionante trayectoria del equipo en la Liga, ese dicho ha dejado de tener vigencia.

La junta directiva que lidera Joan Laporta tiene detectado el problema y está dispuesta a actuar. No se entendería que no lo hiciese. Como no lo hizo la anterior directiva después de sonadas y humillantes derrotas en la máxima competición continental.

Laporta y su directiva recibieron una herencia envenenada, especialmente a nivel económico. Desde el primer día luchan por revertir esa situación teniendo que tomar decisiones dolorosas, como la marcha de Leo Messi, y una vez estabilizada la economía, aunque con trabajo por hacer, deben meter mano en la plantilla. Porque la mala herencia no será eterna.

Laporta lo sabe y está dispuesto a tomar decisiones. Apostó por un relevo en el banquillo. Por Xavi Hernández en lugar de Ronald Koeman, pero debe ser más valiente y afrontar una profunda remodelación de la plantilla. Y los que le conocen y están cerca de él, explican que está decidido a hacerlo.

El nuevo entrenador fue claro después de la derrota de Múnich. Empieza una nueva era. Y esa nueva era debe empezar desde ya. Con importantes decisiones en este mercado de invierno y más cambios en el mercado estival. El Barça está obligado a quedar entre los cuatro primeros en LaLiga y a competir en la Europa League porque sería imperdonable y ruinoso no jugar la Champions la temporada que viene.

Y para ello debe reforzarse el equipo en enero. Especialmente en la delantera. Ha hecho el Barça solo dos goles en seis partidos europeos, con solo doce remates entre los tres palos en los mismos encuentros. Solo dos equipos, el Dinamo de Kíev y el Malmoe, han marcado menos goles que los blaugrana. Está claro, el Barça necesita gol. Y está dispuesta la dirección deportiva a traerlo. Con Ferran Torres y algún otro futbolista. Pero para que puedan llegar, deben salir antes otros jugadores.

Y en este punto, volvemos al principio. Laporta lo sabe y tiene detectado el problema. Ahora, debe actuar. Sabe que debe haber limpieza en el vestuario desde este mismo mes y jugadores como Coutinho y Umtiti, por poner dos ejemplos, deben abandonar el club. Debe tratar de convencer a los jugadores sobrantes para que acepten una salida amistosa, pero debe estar dispuesto y lo está, a hacerlo de otra manera. Porque el equipo ya no sostiene al club y hay que empezar este mismo invierno a prescindir de jugadores que sobran y en verano completar el cambio.