Un autobús al que subirse

Messi saludando a la afición del PSG

Messi saludando a la afición del PSG / EFE

Carme Barceló

Carme Barceló

Mientras unos siguen enjugándose las lágrimas por la inesperada marcha de Messi, otros pasan página y salen llorados de casa confiando en el presente -aunque la caja se caiga a trozos- y en una primera jornada de Liga que dejó muy buenas sensaciones. Cierto es que muchos de los que siguieron al PSG en las redes sociales mientras se consumaba la tragedia, han optado por el ‘unfollow’ por lo doloroso de la situación. Sin ir más lejos, esa fotografía que compartió ayer Di María con Neymar, Mbappé, el propio Leo, Keylor Navas y Draxler tras un partidillo de entrenamiento. “A ver quién le quita el balón a estos”, me decía un colega preso de la rabia y de la envidia a partes iguales. “A ver quién defiende y a ver quién encaja los egos”, le respondió otra amiga del mismo grupo de whatsapp. Por cierto, y dicho sea de paso, a Messi ya le han agregado al oficial y a otro poco antes del cumpleaños de Ander Herrera. Pasar página y a vivir, que son dos días.

ERA POST-MESSI

Mientras el barcelonismo se recompone del ‘shock messíanico’, de los números con los que respondió Laporta a Bartomeu y de una realidad tozuda y casi desesperada que obliga a abrazarse al sentimiento de pertenencia y poco más (que es mucho, dicho sea de paso), casi pasa desapercibida la gira del Barça Femenino. Aterrizadas en Estados Unidos para disputar la Women’s International Champions Cup, se han subido a un autocar con el que pasean el mensaje ‘More than empowerment’ (Más que empoderamiento) que, con lo sucedido en Afganistán, cobra más fuerza que nunca. Sigo aplaudiendo, admirando y jaleando a estas mujeres que han sido capaces de ganar un triplete histórico y que, con él, podrán visibilizar el fútbol femenino en particular y a las mujeres, deportistas o no, en general. Alexia, Jenni, Mapi, Aitana… todas saben lo que han sufrido, soportado y aguantado. Perdón, modifico el tiempo verbal y escribo en presente: sufren, soportan y aguantan. Cada vez menos porque cada vez consiguen más. Pero hasta llegar a los tres títulos hay muchas historias detrás. Desde las pioneras blaugrana pasando por las que se quedaron en el camino. Este autobús recorriendo los EE.UU. es una declaración de intenciones de un club más allá de una marca, de un club-estado y de la tristeza que supone la marcha de un estandarte. Yo me subo a él porque es el valor que me identifica.