Opinión

La auditoría de PWC confirmará graves irregularidades

Bartomeu se enfrenta a una grave crisis institucional

Bartomeu se enfrenta a una grave crisis institucional / EFE

En tiempos de confinamiento, en plena Semana Santa, con el fútbol parado desde hace un mes, nadie podía imaginar que el Barça se convertiría en el centro de una nueva polémica. El presidente Bartomeu se ha disparado un tiro al pie. Probablemente su intensión era otra, pero relegando de sus responsabilidades vía teléfono a los vicepresidentes Rousaud Tombas ha desatado una crisis institucional que ha provocado seis dimisiones en la directiva y que nadie sabe cómo va a acabar. 

Con el Barçagate todavía por aclarar, dos ERTE en marcha y la rebaja de sueldo de los jugadores coleando, no era aconsejable provocar un nuevo incendio desde el interior. La situación económica que se avecina como consecuencia del Covid-19 será dura y ahí hay que centrar todos los esfuerzos. No es hora de buscar fidelidades a costa de ganarse enemigos. Bartomeu se ha equivocado con una estrategia de choque mal calculada. Rousaud se ha pasado de la raya lavando los trapos sucios en los medios de comunicación. 

Todos salen perdiendo y el club sale manchado. ¿Qué debe pensar Messi cuando ve que los directivos de más rango se tiran los platos por la cabeza? ¿Qué opinan los socios de una Junta Directiva dividida y enfrentada?  

El próximo capítulo de esta triste historia llegará el día que se conozca la auditoría que PWC (PricewaterhouseCoopers) está elaborando en torno al famoso Barçagate, la contratación de una empresa para monitorizar y cuidar la imagen en las redes sociales. El informe está casi concluido, pendiente de una entrevista telemática con Carlos Ibañez, administrador de I3 Ventures y Nicestream, empresas que trabajaban para el Barça desde el 2017. Podemos adelantar las conclusiones más importantes de la auditoría:

1.- PWC reconoce que el coste del trabajo de I3 Ventures fue excesivo, está fuera de mercado. Empresas digitales consultadas consideran que el precio estaría entre los 120.000 y 150.000 euros, lejos de los 980.000 pagados.

2.- La empresa I3 Ventures es de dudoso prestigio. Resulta extraño y raro que se contratara a una empresa radicada en Uruguay (donde existe anonimato bancario) cuando en España hubiesen conseguido mejor servicio y mejor precio.

3.- Esta demostrado que la factura fue troceada en cinco partes para evitar el comité de adjudicaciones. Las facturas eran de 198.000 euros, por debajo de los 200.000 que requieren la aprobación de la comisión de control.

4.- Los contratos presentados al Barça procedían de cinco empresas diferentes vinculadas a I3 Ventures. Las cláusulas eran idénticas y el redactado también. 

No queda acreditado en la auditoría que PWC entregará en fecha próxima al Barça, el responsable de las difamaciones realizadas en redes sociales contra personalidades barcelonistas. Es normal que no se pueda demostrar la autoría de los ataques ya que este tipo de órdenes nunca se dan por escrito. En definitiva, el informe final de PWC confirmará irregularidades graves, cosa que no puede sorprender a nadie ya que el propio FC Barcelona rompió el contrato con I3 Ventures el 17 de febrero cuando tuvo confirmación de que habían utilizado cuentas difamatorias. A partir de aquí habrá que depurar responsabilidades, el socio tiene derecho a conocer toda la verdad.