El Atlético, el gran rival del Barça

El Atlético de Madrid, vigente campeón de la Supercopa de Europa del 2018

El Atlético de Madrid, vigente campeón de la Supercopa de Europa del 2018 / AFP

César L. Menotti

César L. Menotti

Siempre se habla de que la Premier es una liga de entrenadores. Pero en esta edición de LaLiga el rol de los entrenadores se va a acrecentar. Julen Lopetegui, Ernesto Valverde y el Cholo Simeone serán mirados con lupa. Cuando tienes un pantalón gris y un camisa azul cualquiera se viste bien. Ahora cuando tienes diez camisas y diez pantalones de diferentes colores se complica más elegir. Si tienes a Schuster y a Maradona estos son intocables. Pero si les traigo a Messi y a Iniesta, como entrenador sumo obligaciones y debo mostrar una capacidad mayor para administrar una plantilla en la abundancia y darle una identidad de juego con el que los futbolistas se identifiquen y sean capaces de desempeñar durante toda la competencia.

En el Barcelona, el Real Madrid y el Atlético los jugadores que se sienten titulares son por lo menos 20. La diferencia entre titulares y suplentes es muy poca. Sobre todo al Real Madrid y al Barcelona les llevará más tiempo encontrar el equipo ideal. En ambos hay abundancia en posiciones parecidas. En la obtención de los resultados, se imponen al resto de los equipos porque la diferencia entre sus individualidades y las de la mayoría de los rivales es muy grande.

El Barcelona sin Iniesta es un equipo en formación. En el inicio de la Liga no ha mostrado aún el funcionamiento colectivo que se necesita. Ganó con comodidad al Alavés, con la magia de algunos de sus futbolistas, en especial de Messi. No voy a negar que me llamó la atención que Valverde reservara a algunos jugadores en el banquillo y la ubicación que tuvo Sergi Roberto. Cambió en la segunda parte, que es cuando se vio lo mejor del equipo. Messi es el primer capitán esta temporada. Muestra más poder por actuación que por presencia. Si uno lo ve vestido de civil no parece el capitán. Ahora, cuando se disfraza de futbolista su figura se agiganta. La cinta está en buenas manos.

No coincido con su discurso en la presentación del equipo en el Joan Gamper. El objetivo debe ser que el Barça gane la Liga, aunque volver a ganar la Champions sea esta temporada como siempre uno de los grandes retos. La Liga es la competición más pareja, la que se juega todos contra todos, la más difícil. En la Champions puede suceder cualquier cosa. Tiene un valor importante pero la calidad del adversario define los duelos. Según los rivales puedes superar con comodidad la fase de grupos o irte a casa. Puedes llegar a una final en alargue o en tanda de penaltis. Y la final depende de la suerte y de cómo llegues a ese único partido. Y no siempre premia al mejor de la competición. Por eso no hay que desmerecer la Liga. Toda confrontación en la cual esté el Madrid y el Atlético son lindas de disputar. Y jerarquiza al Barcelona. Tiene mucha más influencia el trabajo del equipo en su conjunto.

Tampoco veo sólido al Madrid de Lopetegui. Todavía no encuentran el orden y el juego que los refuerce en su idea. Recién empieza, aunque ya haya perdido la Supercopa de Europa frente al Atlético. Se fue Cristiano, pero el entrenador debe encontrar en la plantilla esos 40 goles que ya no tiene asegurados. Y esa dificultad requiere de un gran compromiso del equipo. No son comparables Bale y Cristiano. Veremos si antes del cierre de fichajes también incorporan algún delantero.

El Atlético ha conservado su plantilla y se ha reforzado. Ha incorporado a Rodrigo, un mediocampista joven, muy interesante, para mejorar la relación del juego con el balón. Es el equipo que más seguridad muestra. Porque aunque se han ido también futbolistas importantes, el Cholo y su plantilla se conocen bien hace mucho tiempo. Y tiene una idea de juego muy consolidada.

No hay favoritos en esta Liga. Quizás el Atlético hoy le saque un plus de ventaja al Madrid y al Barça por como inicia la competición. Pero recién comienza y los tres grandes equipos de la Liga deberán pelear en los tres frentes. Ahí se verá también la capacidad de los entrenadores para sacar lo mejor de sus equipos.