Atacar bien posicionalmente será clave

Su plan habitual es dejarse dominar por el rival, ceder terreno e iniciativa, como muy bien dice el hecho de ser el conjunto que menos porcentaje de posesión de balón tiene de entre las 32 selecciones participantes en Qatar. Esperamos una Costa Rica replegada en bloque bajo, acumulando a todos sus jugadores en su propia mitad de terreno de juego, esperando salir a la contra y sin buscar elaborar mucho sus acciones de ataque. Es, pues, el tipo de selecciones que no se le suelen dar muy bien a España, como ya sucedió con Albania, Grecia o Suecia, con una defensa fuerte a la que hay que atacar posicionalmente en todo momento. 

En cambio, ante rivales de mayor entidad como Alemania, Italia, Francia o Croacia, el equipo español compite mucho mejor. Destaca Keylor Navas en la portería, con Óscar Duarte -ex Espanyol- en el eje de la zaga, liderada por Fernando Calvo. Con Celso Borges -ex Deportivo- en la zona de creación, y otro conocido del Betis y del Villarreal, Joel Campbell, en la punta de ataque con velocidad y buen uno contra uno. Le cuesta encontrarse con el gol, y prácticamente la mayoría vienen de finalizaciones dentro del área, con especial atención al balón parado, pues les da mucho rédito.

El dilema del ‘9’

Esa parece ser la gran duda de Luis Enrique: si apostar por un ‘9’ de referencia -solo contamos con Morata-, o mejor optar por presentar un ‘9’ falso -Asensio, Dani Olmo que son media puntas- o por Ansu Fati o Ferran que parten del extremo. Ante rivales que se cierran muy atrás, en bloque bajo y acumulan mucha gente por dentro, como se presume será Costa Rica, lo ideal es atacar por fuera con extremos -Sarabia, Nico, Ferran o incluso Asensio-, para llegar a zonas de línea de fondo para realizar buenos centros. En ese caso, la presencia de un ‘9’ rematador y referente es imprescindible, además de ser acompañado de llegadores de segunda línea, que por desgracia no son el perfil de los interiores españoles -Gavi, Pedri, Koke...-. 

Será básico tener paciencia, no precipitarse y querer derribar la férrea defensa en pocos minutos, sino intentar moverles con pocos toques y mucha velocidad en la circulación del balón, para encontrar en un momento dado la grieta por donde penetrar. Si el escenario es un rival que te ataca o quiere llevar la iniciativa y jugar en terreno rival, parece más apropiado apostar por jugadores menos referencia y más veloces y rápidos para atacar los espacios a la espalda de la defensa rival. Pero este con toda seguridad no será el caso de los costarricenses.