Así no, Bartomeu

Bartomeu

Bartomeu / FCB

Carles Sans

Carles Sans

“Gracias por todo, míster. Además de un gran profesional, sos una gran persona”. Estas fueron las palabras de Leo Messi para despedirse de Ernesto Valverde, al menos las palabras que se han hecho públicas, no sé si se habrán dicho mucho más. Le ha hecho falta decir aquello de que el fútbol es así y que ya se sabe que el entrenador es el que acaba pagando el pato, aunque a veces no sea el que más culpa tiene. Destituir a un entrenador a mitad de temporada es propio de un equipo en crisis. Si bien el Barça llevaba un tiempo sin jugar bien, ganaba; no como lo hacía antes, pero el equipo seguía en lo más alto aunque el juego y los resultados no eran los esperados. Bastante ha hecho el míster consiguiendo los títulos que ha ganado con jugadores que ya no tienen la motivación de otras temporadas. No olvidemos que Valverde ha obtenido un doblete, algo en la historia del Barça que solo se ha alcanzado 8 veces. 

Un club que hace gala de sus valores no despide a un técnico que ha tragado carros y carretas de esta forma. A Valverde le han impuesto jugadores, le han presionado desde arriba y desde abajo, y él, con impecable profesionalidad, ha toreado a diestro y siniestro a todo cuanto le venía. Humillar no era la solución para este problema. Ver peregrinar a una expedición blaugrana preguntando por ahí quién quiere ser entrenador del equipo, mientras Valverde lo vivía desde el más absoluto desconocimiento, es de una falta de sensibilidad injustificable. Luego, en rueda de prensa, Bartomeu lo considera todo arreglado apuntando que tal vez las formas no fueron las más adecuadas. Seguramente piensan que mientras el tercer entrenador con mejores datos de la historia se marcha por la puerta de atrás, ellos salvan los muebles y a otra cosa. Sugiero a aquellos socios votantes que tengan memoria que la utilicen en las elecciones del 2021. 

Quiero darte las gracias, míster, por ser un entrenador de club que ha sacrificado muchas cosas para contentar un vestuario casi imposible de manejar. Porque, antes incluso que al socio, la directiva ya se sabe a quién ha de contentar, no vaya a ser que alguno se enfade y acabe salpicando a quien no debe. Ahora, como culé, no deseo otra cosa para Setién sino que consiga todos los títulos posibles, e imploro al Divino que, sobre todo, Messi le ampare. Amén.