La Asamblea del Barça de los 1.374 millones

Joan Laporta afronta el domingo una importante Asamblea de compromisarios

Joan Laporta afronta el domingo una importante Asamblea de compromisarios / FCB

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Sería frustrante para el socio y negativo para el club que después de la Asamblea General de Compromisarios de hoy no se conociera con detalle la situación económica. El socio merece saber toda la verdad. Después de más de cien días en el cargo, la junta directiva de Laporta está obligada a dar una explicación clara y convincente. Se juegan la credibilidad y la confianza. El Barça no es una Sociedad Anónima, es una entidad deportiva propiedad de los socios, unos socios que merecen ser tratados como propietarios del club y dueños de su destino.

Es evidente que durante demasiados años se les ha ocultado información, solo así se puede explicar que se haya llegado a una deuda superior a los 1.000 millones sin que se dispararan las alarmas. El agujero negro es tan grande que hay preocupación ante el riesgo de que se tenga que volver al pasado solicitando a los socios una derrama para recuperar el equilibrio económico. Laporta no quiere llegar a este extremo y por ello someterá a la aprobación de los compromisarios la solicitud de un crédito de 520 millones a Goldman Sachs para poder afrontar la deuda a corto plazo, 731 millones. El tema es grave y urgente.

La Asamblea de esta tarde no levantará alfombras, no hará leña del árbol caído. Será una Asamblea de transición ya que la trascendente será la Extraordinaria que se celebrará en octubre con las ‘due diligence’ finalizadas. La de hoy tiene dos prioridades: aprobar la solicitud de un crédito y que los compromisarios aprueben el balance de la temporada 2019-2020 que presentará Moix.

En caso contrario, según varios dictámenes jurídicos, el club podría entrar en una situación de bloqueo institucional de difícil gestión. Esta aprobación no exonerará a la directiva de Bartomeu, en el caso de que la auditoría descubra irregularidades, poner en marcha una acción de responsabilidad civil por vía judicial que se votaría en la próxima Asamblea.

Hoy conoceremos la deuda real, la que heredó Laporta: 1.174 millones. A ellos hay que sumar las pérdidas de 200 que ha generado la temporada 2020-21 por culpa del covid, total 1.374. No es el momento de exigir responsabilidades ni realizar juicios sumarísimos. Hay que saber dónde estamos, cómo se ha llegado a esta situación y si ha habido administración desleal. Si queremos un Barça sólido y sostenible, hay que ir al fondo de los problemas tomando decisiones importantes. 

Otros temas calientes serán el Espai Barça y la Superliga que está aparcada pero no muerta. La herencia recibida para ejecutar la rehabilitación del estadio es una patata caliente de difícil realización. Una cosa son los planes y los proyectos, otra muy distinta la viabilidad técnica y presupuestaria.

Laporta explicará la problemática de la Superliga que parece más difícil que la cuadratura del círculo. Los clubs quieren más dinero pero la UEFA se comporta como un oligarca que no quiere perder el poder. La Superliga no se someterá hoy a votación, el presidente blaugrana solicitará a los socios compromisarios confianza para seguir defendiendo los intereses del Barcelona de la mejor manera posible.