Arturo Vidal puede acabar como Arda Turan

Arturo Vidal, durante un partido

Arturo Vidal, durante un partido / sport

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

El partidazo de Wembley, aparte de encumbrar por enésima vez a Messi como el futbolista que está por encima de los demás, sirvió para demostrar dos cosas. Arthur es un jugador práctico, más eficaz que espectacular, pero con la virtud de no perder balones, asegurar el pase y dar cohesión al equipo en el centro del campo. Su buen debut en la Champions es el primer paso para ganarse la titularidad. La otra cara de la moneda es Arturo Vidal. No ha entendido todavía cuál es su papel en el Barça. Su emoticono furioso tras el gran partido del equipo fue una salida de tono negativa que le retrata. 

El fichaje del chileno el pasado verano fue una sorpresa. No estaba en la lista de los favoritos pero al fallar Rabiot y De Jong la secretaria técnica se agarró a un clavo ardiendo ya que había que cubrir con urgencia las bajas de Iniesta y Paulinho. Vidal llegó al Camp Nou con 31 años, saliendo de una operación de rodilla que le tuvo varios meses en el dique seco. Así se explica que el Bayern lo traspasara por 20 millones y que el jugador firmara encantado un contrato por tres años que le asegura 9 millones netos por temporada. Parecía que venía para jugar los partidos importantes dada su experiencia internacional y carácter ganador, pero jugar solo cuatro minutos en Wembley hirió su orgullo y sacó su sangre caliente.

El problema de Arturo Vidal es que debe adaptarse al sistema del Barça. De lo contrario, su juego anárquico descompensa al equipo ya que le faltan los automatismos que tienen Busquets o Rakitic. Mientras que Arthur, con 22 años, parece un producto de La Masia aunque no lo sea, el chileno está acostumbrado a jugar a otra cosa y por mucho coraje e ímpetu que ponga, más que sumar, desequilibra. Tenemos la  sensación de que Vidal puede acabar como Arda Turan. Llega al Barça demasiado mayor después de dar los mejores años de su vida a la Juventus y el Bayern. Una trayectoria parecida a la de Turan. El turco fue fichado tras triunfar en el Atlético de Madrid y nunca se adaptó al estilo de juego de Messi y compañía. Prueba de ello es que hace un año y medio está cedido a un club de Estambul ya que fue imposible traspasarlo.

De los diez partidos oficiales que lleva el Barça, Vidal solo ha jugado 176 minutos, y lo que es más preocupante, en cuatro partidos ha salido a partir del minuto 85. Los dos únicos encuentros que salió de titular, no los acabó. Para Valverde el chileno está lejos de la eficacia que mostró Paulinho. Arturo tiene que hacer un esfuerzo para adaptarse a las necesidades del equipo, de lo contrario, no descarten un traspaso a China más pronto que tarde. A día de hoy parece una quimera que cumpla sus tres años de contrato.

Por último, un consejo importante. ¡Hagan caso a Messi, por favor! Tiene un criterio futbolístico que el Barça debe aprovechar. Hace diez años, cuando Guardiola subió a Busquets al primer equipo, fue el primero que dijo: “Este me gusta mucho”. Este verano, volvió a sentar cátedra cuando habló de los nuevos fichajes: “Todos los que han llegado son buenos, pero Arthur me sorprendió. Me recuerda a Xavi, es muy seguro”. La experiencia de Leo vale más que mil Masters, es cuestión de escucharle.