Arturo Vidal y el debate del estilo

Arturo Vidal utilizará un nuevo dorsal

Arturo Vidal utilizará un nuevo dorsal / sport

Javier Rodríguez Marzo

Javier Rodríguez Marzo

Vuelvo de la gira americana con muy buenas sensaciones de los nuevos fichajes del Barça. Me encantó la sobriedad de Lenglet y sobre todo su cabeza bien amueblada; con Arthur, como todos, tuve un flechazo a primera vista y me enamoré de su sencillez cargada de nostalgia de Xavi y, de Malcom, el tercero de los nuevos, me ilusionó su desparpajo, a veces exagerado, pero necesario en un equipo que no anda sobrado de especialistas en el uno contra uno. Punto y aparte merece Riqui Puig.

Estamos ante un fenómeno. Dentro y fuera del campo. Fui testigo directo de cómo Massaro, el verdugo de Atenas al que tanto maldije hace 24 años, fue más niño que el propio canterano cuando éste le regaló su camiseta y dijo que estábamos ante el nuevo Iniesta...Un servidor, que nunca ha escondido su devoción absoluta por Cruyff y Guardiola, sueña ahora mismo con ver una final de Champions con Busquets flanqueado por Arthur y Riqui. Sería lo más parecido a aquel Busquets, Xavi e Iniesta de Roma y Londres...

Pero no me olvido que para aquellos viajes hicieron falta algunos jugadores más rocosos como Keita, la niña de los ojos de Guardiola, ¿recuerdan? El mismo Guardiola al que, si hablamos de estilo, no le gana nadie, ni (que me perdone), el mismísimo Dios del Dream Team, Johan Cruyff. Y ese paladín del estilo Barça es el mismo Guardiola que fichó a Arturo Vidal para el Bayern. Muchos menosprecian al chileno, pero visto lo visto en los últimos años (las debacles de París, Turín y Roma) parece que para superar los cuartos se necesita un jugador de sus características. Rocoso como era Keita y mucho mejor técnicamente que Paulinho. Eso no es renegar del estilo.

Nunca estaré más de acuerdo con Valverde que cuando dice que hay jugadores que lo enriquecen. Y el rey Arturo puede ser uno de ellos si físicamente da el nivel que ha mostrado año tras año con el Bayern y Chile. Messi, que lo ha sufrido y sabe de que va esto, lo ha acogido con los brazos abiertos, una sonrisa de oreja de oreja y lo ha sentado a su izquierda. A su derecha está Luis Suárez...