La aristocracia deja paso a la meritocracia

Vidal, titular

Vidal, titular / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

En medio del vendaval del maravilloso Barça-Liverpool pasó bastante inadvertido que Arturo jugó, y cumplió con nota noventa minutos y Arthur no disputó ni un solo segundo. Era el partido más importante de la temporada hasta la fecha, y el entrenador puso las cartas boca arriba, en contra de todos los pronósticos que decían que el partido necesitaba la templanza de Arthur.

Más allá de las consideraciones técnicas y lo que aportan uno y otro al juego del equipo (la contraposición entre los dos estilos ya es conocida), lo que está claro es que Valverde confirmó, una vez más, que hace la alineación teniendo en cuenta el estado de forma de cada jugador. En las últimas semanas, Arturo ha ido de menos a más y Arthur de más a menos: el chileno le ha ido conquistando palmo a palmo el terreno al brasileño, que además se le ha visto ahogado y con problemas para terminar los partidos.

Ha sucedido lo mismo con Dembélé y Coutinho: antes de la lesión del francés, era titular por delante del brasileño. Después de la lesión, al no estar Dembélé tan fino, la situación se ha reequilibrado. Es posible que, ante la mala primera parte de Coutinho contra el Liverpool, Dembélé vuelva a ganar enteros para ser titular en Anfield.

Lo que es indudable es que por primera vez en muchos años manda el mejor criterio posible: la meritocracia pura y dura. En caso de duda, se alinea el que está mejor. Los jugadores lo saben, y esto les obliga a entrenar al máximo para ganarse un puesto, algo que repercute positivamente en el nivel de toda la plantilla. Valverde sabe que un torneo como la Champions va de medio milímetro, que solo se gana alineando a los que están en plena forma.

La gran noticia es que en la primera plantilla del Barça vuelve a haber competencia de verdad. La aristocracia ha dejado paso a la meritocracia.