Argentina y Messi, caminos separados

Messi durante el juego ante Venezuela

Messi durante el juego ante Venezuela / EFE

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Volvía con la ilusión de un debutante, pero se topó de frente con la cruda realidad. Leo Messi comprobó, una vez más, que jugar con Argentina no es lo mismo que hacerlo en el Barça. En la albiceleste no tiene a Suárez, ni a Dembélé. Ni a Busquets, ni Rakitic. Juega rodeado de una nueva generación de futbolistas que, hoy por hoy, no dan la talla en la élite de selecciones mundiales. Tiene cierto mérito la renovación que está intentando hacer Scaloni como nuevo seleccionador argentino, pero cuando los mimbres no son buenos es muy complicado forjar un proyecto con la mínima capacidad de competir. Argentina sufrió en el Mundial y parece que le queda un largo camino de penitencia. Y Messi tiene enfrente un calvario de difícil digestión. Suerte que la felicidad que vive semana a semana en el Camp Nou le compensa mentalmente. 

Leo, el único líder Argentina siempre ha dependido del Messi futbolístico en los últimos años. No hay duda que todo pasaba por la inspiración del mejor jugador del mundo. Pero Leo ahora, no solo debe jugar ese papel sino que, además, debe ser el líder único dentro y fuera del campo. Con la juventud que destila esta albiceleste no le queda otro remedio y, sin duda, es un peso que le perseguirá en los próximos años de su carrera.

El regreso a la selección de Messi fue amargo. Y muchos se preguntan si es conveniente que siga resistiendo estos esperpentos sobre el terreno de juego, pero aquí la decisión solo la puede tomar él. Para Messi, Argentina siempre ha sido un sueño y un reto. Él quiso volver y seguramente él querrá apurar todas las opciones posibles e imposibles para lograr algo importante con su selección. Tiene todo el derecho del mundo a desgastarse para conseguirlo.

Lo que sí, tal vez, debería contemplar cada vez más es en participar solo en competiciones oficiales. En verano tiene una Copa América en Brasil y seguro que le quedan muchos retos por delante. Argentina está en construcción y su seleccionador también debería caer en la cuenta que es un lujo no contar con futbolistas como el Kun Agüero. Messi necesita calidad y experiencia al lado. Sino es imposible.