Arda Turan como antiejemplo

Arda Turan, un ejemplo a no seguir

Arda Turan, un ejemplo a no seguir / sport

Ernest Folch

Una de las grandes novedades de esta temporada son las oportunidades que Valverde le está concediendo a la segunda línea del Barça. No hay ni un solo jugador que pueda alegar que el técnico no le ha dado oportunidades de sobra para demostrar su talento. Desde Deulofeu Digne pasando por Aleix VidalAndré Gomes y evidentemente Alcácer, todos deben reconocerle que nunca han sufrido el ostracismo que vimos otras temporadas con algunos jugadores.

Con una plantilla casi idéntica, Valverde ha sabido activar el fondo de armario y tenerlo al menos mentalmente preparado para entrar a jugar en cualquier momento. ¿Todos, todos? En realidad, solo uno escapa a esta regla. Se llama Arda Turan, y para el barcelonismo hoy es un exjugador deambulando por Turquía a la espera que caiga un club que le dé una última oportunidad. El caso de Arda es un perfecto resumen, desde su contratación hasta su agonía final, de todo lo que no hay que hacer.

Fue fichado en su momento por un precio muy inflado (40 millones) por una comisión gestora en pleno proceso electoral, usado claramente con finalidades electorales. Su contratación fue fruto de un impulso del entrenador, sin que se produjera el consenso necesario y sin que quedara claro exactamente cuál sería su rol en la plantilla. Llegó como un presunto sustituto de Xavi, pasó más tarde a ser un suplente de Neymar pero solo en temporada baja y ha terminado en la nada más absoluta, pasado de forma y sin capacidad para generar la más mínima confianza en el entrenador. Su último gran escollo es un sueldo desmesurado, que impide colocarlo a ningún otro equipo.

El jugador turco es un perfecto antiejemplo y un aviso ahora que se acerca el mercado de invierno. Un jugador mal contratado hoy es un problema ingobernable para mañana, tanto deportivo como económico. Nunca más otro Arda.