La apuesta de Xavi por Sergi tuvo premio

Sergi Roberto, en brazos de Araujo en la celebración de su gol

Sergi Roberto, en brazos de Araujo en la celebración de su gol / David Ramírez

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Buena primera mitad azulgrana, con intensidad, buscando ganar el partido sin especular e intentando crear peligro. Una jugada aislada del Madrid lo puso en ventaja y se le presentó el mejor escenario posible al equipo de Ancelotti.

Pero el Barça no se vino abajo y supo reaccionar ante un Real Madrid que triangulaba, se asociaba y jugaba francamente bien, aunque sin crear ocasiones de gol. Tuvo su premio al llegar el empate de Sergi Roberto, que también fue premio para Xavi por apostar por él y alinearlo. El tanto fue tras una jugada por banda de Araujo por banda derecha que realmente no lo hace tan mal como algunos dicen. Es cierto que el Barça merecía mucho más por ocasiones, pero tal como se le puso el partido podían llegar los nervios y la intranquilidad.

Quizás un pero: le faltó intentar algunas transiciones mucho más rápidas, todas las acciones eran muy elaboradas dejando que el Real Madrid se organizara y replegara. 

Intercambio

En la segunda parte el Madrid, consciente del gol encajado justo antes del descanso le había hecho mucho daño, salió decidido a presionar arriba y a buscar la victoria, pero el Barça volvió a reaccionar y disfrutó de las mejores oportunidades de gol, sobre todo a los pies de Lewandowski.

Sin embargo, a medida que pasaron los minutos, el Real va cogiendo confianza y el final del partido fue una locura, pudiéndose romper a favor de cualquiera.

El gol anulado a Asensio hubiera dado vida en la Liga al Madrid, y el postrero de Kessie hace pensar que el Barça es virtualmente campeón. El empate hubiera tenido sabor a victoria blaugrana, pero el triunfo le da casi la convicción de campeón, aunque en los minutos finales el Real Madrid estuvo cerca de ganar.