Aprendiendo a jugar sin Messi

Messi se lesionó en el partido contra el Sevilla

Messi se lesionó en el partido contra el Sevilla / sport

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça (espero que dentro de mucho mucho mucho tiempo) tendrá que aprender a jugar sin Messi. Llegará el día, inexorablemente, en que el crack argentino colgará las botas. Y el equipo blaugrana quedará huérfano del mejor futbolista de la historia. Que se escribe rápido. EL MEJOR FUTBOLISTA DE LA HISTORIA... Así, en mayúsculas. Bufff. ¿Cómo se asume semejante pérdida irreparable? Imposible hacerlo.

Habrá que resignarse y construir un nuevo proyecto que no gire únicamente alrededor de Messi. Donde el equipo, y no la individualidad del número 1 del mundo, sea la base. Es fácil decirlo. Pero, sin duda, muy difícil hacerlo. Y al presidente/directiva/secretario técnico que le toque asumir ese reto descomunal, le deseo toda la suerte del mundo. Porque la necesitará... Nadie se ha imaginado todavía cómo será el Barça sin Messi. Tal vez por miedo a pensarlo. Tal vez por incapacidad de los responsables del club. Tal vez, simplemente, por desidia. Pero hay que empezar a diseñarlo. Porque, insisto, tarde o temprano, habrá que aprender a jugar sin Messi.

No estamos todavía, afortunadamente, ante esa encrucijada. Pero sí ante una pequeña prueba de lo que nos espera en el futuro. El Barça afronta ahora tres semanas sin Messi por culpa de su lesión en el brazo. Con dos partidos vitales (esta noche ante el Inter en la Champions y el próximo domingo, el clásico de la Liga contra el Real Madrid en el Camp Nou) que pueden marcar las sensaciones del equipo en el futuro más inmediato de esta temporada. Y veremos cómo responde el conjunto blaugrana ante semejante reto. Y cómo Valverde busca soluciones a una baja irremplazable.

Lo más fácil es cambiar pieza por pieza: Dembélé entra por Messi. Salvando las gigantescas distancias entre uno y otro, sería lo más lógico. Un ‘relevo’ más o menos natural. Cualquier otra decisión significaría cambiar el dibujo (podría jugar con un 4-4-2 con Arturo Vidal o Rafinha como cuarto centrocampista), con los problemas que eso generaría. Decida lo que decida el técnico, lo único seguro es que Messi no estará. Y veremos cómo el Barça aprende a vivir sin él. ¡Menudo desafío!