Antiguardiolistas al acecho

Guardiola habla del gran duelo contra el Liverpool

Guardiola habla del gran duelo contra el Liverpool / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Los antiguardiolistas (que los hay, y muchos) están esperando su oportunidad, agazapados tras el ordenador o el micrófono, para atacar sin piedad a Pep. El mejor entrenador de la historia del Barça ha dejado muchos enemigos por el camino en su ya larga y exitosa  trayectoria deportiva. Y no solo lejos del Camp Nou. También entre los culés. Unos no le perdonan sus triunfos. Otros, su personalidad. Y muchos, su desacomplejado posicionamiento político. Guardiola ha generado tantos elogios como críticas, tanta pasión como rechazo. Como todos los genios. Y los que le odian aprovechan cualquier ocasión para denostarle. Como ahora... Guardiola se juega esta noche la Premier.

El Manchester City tiene que ganar al Liverpool en el Etihad Stadium para reducir los 7 puntos de ventaja que le lleva el equipo de Klopp. Un empate o una derrota significaría decir, prácticamente, adiós al título. Lo cual sería interpretado por los antiguardiolistas como un fracaso. Un tremendo fracaso. Y le lloverían los reproches. Sin duda desmesurados. E injustos. Porque Pep ha ganado 7 ligas en 9 años como entrenador en 3 países diferentes (3 con el Barça, 3 con el Bayern y 1 con el Manchester City). Además de dos Champions y un sextete histórico como técnico blaugrana. 

ARGUMENTOS CONTRA PEP

Los que le detestan (que son muchos, insisto) menosprecian sus triunfos con una ligereza sorprendente. Dispuestos siempre a subestimar el papel de Guardiola en los éxitos de sus equipos. Cuando entrenaba al Barça, le atacaban asegurando que con esa plantilla cualquiera podía hacer de técnico. Cuando entrenaba al Bayern de Múnich, le atacaban asegurando que en la Bundesliga no tenía rival. Y ahora que entrena al Manchester City, le atacan asegurando que gana gracias a todo el dineral que ha invertido el jeque en fichajes. Siempre existen argumentos para subestimar a Pep. Puede que hoy pierda el título de la Premier. Puede. Pero todo lo que ha hecho (y lo que le queda por hacer) seguirá ahí. Para berrinche de sus enemigos, que seguirán incansables en su empeño por humillarle. Sin conseguirlo, por cierto...