Ansu Fati no puede estar condenado al banquillo

El Barcelona se reencontró con su juego y goleó al Valencia

El Barcelona se reencontró con su juego y goleó al Valencia / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La explosión futbolística de Ansu Fati ha sido, sin duda, la mejor noticia que ha tenido el Barça en este inicio de temporada. El jovencísimo futbolista de Guinea Bissau, un niño de solo 16 años, ha generado más ilusión entre los aficionados blaugranas que cualquier fichaje. Y es que el canterano ha aprovechado a la perfección las oportunidades que le ha brindado Valverde (obligado por las lesiones de Luis Suárez y Messi) con actuaciones propias de un crack consagrado. Pero, superado este brutal impacto inicial, ha llegado el momento de regresar a la realidad: el tridente Messi-Luis Suárez-Griezmann será titular casi siempre (por no decir, directamente siempre) y no puede condenarse a Ansu Fati a ser carne de banquillo el resto de la campaña. El entrenador, como es lógico, impondrá a partir de ahora las jerarquías del vestuario y estará condicionado por el dinero (120 millones de euros) pagado por Griezmann. Y Ansu Fati, por mucho que cuente con la ‘bendición’ de Messi, será, en el mejor de los casos (también está Carles Pérez y, por supuesto, Dembélé) el cuarto delantero. 

Para el crecimiento personal y deportivo del canterano sería mucho más positivo que siguiera en la dinámica de entrenamientos del primer equipo pero que jugara habitualmente con el Barça B y, esporádicamente, con el conjunto de Valverde. No se trata de frenar su progresión ni de cortar la ilusión de los culés, sino de actuar con sentido común para proteger a esta estrella emergente. Ansu Fati es un adolescente que debería estar yendo cada tarde al instituto a estudiar Bachillerato. En lugar de eso, ha estado jugando en el Camp Nou contra el Valencia (y marcando un gol) y en el campo del Borussia Dortmund en su histórico debut en Champions. Gestionar este seísmo vital resulta muy complejo. Para él. Para su entorno. Y para el Barça. Por eso, actuar con prudencia es la mejor de las alternativas. Ansu Fati es tan bueno que se abrirá paso hacia la titularidad en el primer equipo sin necesidad de forzar absolutamente nada. Tiempo al tiempo...