Ansu Fati no debe tener prisa

Yo también sufrí una rotura del menisco interno en mi etapa de futbolista, con apenas 19 años, y hoy en día sigo pagando las consecuencias. Tengo las piernas arqueadas y la presión de los huesos en esa articulación es aún mayor. Hace ocho años que no puedo hacer deporte, ni siquiera trotar. En mi época no existía la opción de poder suturar el menisco, solo había la posibilidad de cortar el trozo roto y quedarte con un 20, 30 o 50% de menisco. A mí me quitaron bastante y la operación no salió del todo bien. Los plazos de recuperación eran más cortos, pero acabé arrastrando un problema para toda la vida. No hay día que no me acuerde de eso.

Yo no pude escoger la mejor solución porque sencillamente no existía, pero Ansu Fati sí puede optar por la vía conservadora, con más tiempo de baja y menos consecuencias a largo plazo. No conviene que al Barça ni al jugador les entren las prisas. Se trata de un chico de 18 años que por lo menos tiene 15 años de fútbol por delante. Si es necesario prolongar su baja más tiempo del deseado, siempre que el diagnóstico lo contemple, no me lo pensaría dos veces para evitar secuelas. Sin duda, supone un golpe de mala suerte para un futbolista que ha dado un paso adelante esta temporada, aumentando su nivel de efectividad. Pero él debe ser consciente de que le queda mucho tiempo por delante y tiene margen más que suficiente para que disfrutemos del mejor Ansu Fati.

El partido que firmó el Barça contra el Betis tuvo más efectividad a pesar de la frustración de una primera parte que dejó notas positivas, como un buen Dembélé a ratos que hizo el primer gol, pero no pudo evitar los nervios de irse con un 1-1 al descanso. Falta ese punto de equilibrio cuando el equipo no tiene el balón para evitar que los rivales se acerquen a la portería. No es un problema de la línea defensiva. Como decía mi padre, el primer atacante es el defensor, hasta el portero, y el primer defensa es tu atacante. Pero no se trata de apuntar el dedo a individualidades, es una cuestión de trabajo colectivo y juntar líneas en posiciones avanzadas.

Yo también me quedé sorprendido cuando no vi a Messi en el once titular. La suplencia inspiró una sensación de pánico que acabó siendo positiva. Porque esta circunstancia ayudó a poner en valor que su factor diferencial sigue vigente. El argentino no necesita 90 minutos para resolver. Medio Messi es suficiente Y ahora, más que nunca, conviene pensar en la frescura de los jugadores con este calendario tan apretado. Hay que saber dosificarle. Sus estadísticas de gol están más bajas, pero el Barça está atravesando un periodo de transición con peores resultados asociados a los cambios en su plantilla. La lesión de Ansu Fati precipitó su salida al campo antes de lo previsto. Y bendita salida. Hay Messi para rato.

ME GUSTA: La capacidad de adaptación de los equipos al Covid-19. No es fácil viajar con siete jugadores del primer equipo, como hizo en Granada, o tener bajas sensibles como Hazard o Casemiro, como le ocurrió al Madrid. Tampoco es comparable, lo reconozco, porque el Granada se sintió especialmente castigado. Pero, como bien dijo Zidane, el fútbol tiene que adaptarse, hay gente que lo está pasando bastante peor.

NO ME GUSTA: El fallecimiento de Tonny Bruins Slot. Esencialmente, se nos fue un buen hombre. Su muerte supone una gran pérdida para todo los que disfrutamos de su compañía y su gran corazón. Siempre asumió su condición de ayudante de mi padre con un gran sentido de lealtad y compañerismo. Discreto, pero indispensable en el Dream Team.