Ansu Fati y Carles Pérez son la gran obra de Valverde

El Barça impuso su ley con una de estas victorias que aparentemente no sirven para nada pero en realidad sirven para mucho. Porque lo que prometía ser una noche intrascendente terminó siendo una confirmación del buen momento que ha alcanzado el Barça tras superar el bache inicial de la temporada y una reivindicación emocionante de su ADN: en un campo más que difícil, la victoria la dieron dos perlas de la cantera que siempre aprovechan las oportunidades que se les dan.

Primero fue un letal Carles Pérez, uno de estos escasos jugadores con el don del gol, esta rareza que el club ha ido a buscar tantas veces en el mercado y puede que ahora la tenga dentro, delante de sus narices. Y luego fue la aparición de Ansu, tocado por una varita mágica, capaz de lograr el gol que lo convierte en el jugador más joven en marcar de la historia de la Champions. No, Carles Pérez y Ansu no son ninguna casualidad. Son la gran obra de Valverde, que ha encontrado en ellos su particular manera de confiar en la cantera. Los que nunca le reconocen nada al técnico blaugrana harían bien en sacarse el sombrero un momento con lo que ha logrado con Pérez y Fati.

Del partido solo cabe decir que con un equipo de circunstancias, con jugadores que jugaban juntos por primera vez, con solo tres jugadores titulares, el mérito del Barça fue ser totalmente reconocible. Hace escasas semanas el equipo titular del Barça sufría contra el arco iris. Ayer una colección de suplentes y canteranos brillaron en uno de los campos más difíciles de Europa. Sí, el fútbol es maravilloso porque es imprevisible.

UNA GANGA LLAMADA CARLES ALEÑÁ

¿Es usted director técnico de algunos de los equipos de media tabla de las grandes Ligas europeas? Pues vuelva a ver el Inter-Barça pero fijándose solamente en Carles Aleñá. Descubrirá un jugador móvil, inteligente, sólido y técnico, que además nunca se esconde, con un físico notable y una gran capacidad de sacrificio. Una auténtica ganga que además se lo van a dar cedido. El misterio es por qué ha jugado tan poco un jugador tan fiable.

CASTIGO INNECESARIO PARA RIQUI

Un partido de Champions, sin presión, pero ante un gran equipo y en un estadio mítico era el marco ideal para dar minutos de calidad a Riqui Puig, una de las grandes joyas de la cantera del Barça. Pero no. Valverde optó por dejarlo en la grada en el día que se reivindicaron dos niños de La Masia, Riqui tuvo que verlo desde la grada. Cuesta entender por qué no podía jugar al menos unos minutos.