2021, el año que el Barça vivió peligrosamente

Laporta - Messi

Laporta - Messi

Toni Frieros

Toni Frieros

El año que ahora finaliza ha sido un cúmulo de sensaciones contradictorias desde el punto de vista barcelonista. Doce meses de alegrías y decepciones. Más de lo último que de lo primero, pero ya saben, hay que intentar ver, siempre que se pueda, la botella medio llena.

Un ejercicio marcado en rojo por esa noticia que nunca pensamos que llegaríamos a vivir, pero que llegó: el adiós de Leo Messi. Un adiós sobre el que se ha vertido mucha literatura y del que todavía no conocemos toda la verdad. Tal vez porque tiene muchas aristas.

Resulta evidente que ni los que mandaban antes ni los que mandan ahora supieron/han sabido prever las consecuencias de prescindir del mejor futbolista de todos los tiempos, que salió del FC Barcelona, si no por la puerta de atrás, sí por la del medio, concretamente por la del Auditori 1899. Por lo tanto, queda pendiente ese homenaje a Leo Messi que sí tuvo, entre otros, Andrés Iniesta. El barcelonista sigue en deuda con el argentino.

Un año natural donde el FC Barcelona ha vivido el extraordinario éxito del fútbol femenino, la envidia del mundo entero. Una herencia maravillosa que pone de manifiesto un cuento que deberíamos aplicarnos todos: si miramos hacia atrás, que sea con todas las consecuencias, no solamente para lo que nos interesa.

La otra gran noticia fue el regreso a la presidencia de Joan Laporta, que arrasó en las urnas con un proyecto basado en la ilusión colectiva. Un segundo mandato, el suyo, marcado por la crisis económica... y también la deportiva. Hoy, el primer equipo del Barça vive la peor racha de los últimos veinte años, fuera de la Champions League en la liguilla de grupos y a una distancia sideral del líder, el Real Madrid. Por lo tanto, el reto es mayúsculo: ser capaces de volver a ser competitivos al mismo tiempo que se revierte la situación económica.

Laporta empezó yendo de la mano de Koeman (pasemos página...) y ahora está caminando cogido a la de Xavi. No vale la pena recordar qué proyecto defendía el de Terrassa hace unos meses. Aquí y ahora lo único importante es pensar en la entidad por encima de todo y de todos y encarar 2022 con la esperanza de que será un año mejor. El FC Barcelona tiene que volver a ser la referencia del fútbol mundial y el orgullo de toda su masa social. Unidos, será posible. Divididos, pasando facturas, no saldremos de esta espiral.

Por fin arrancará la parte nuclear del Espai Barça después de una votación histórica. Un proyecto extraordinario que hará del FC Barcelona un club más fuerte. Ese debe ser el camino: remar todos juntos en la misma dirección, cosa que no se ha hecho en 2021, donde se ha vivido peligrosamente.