Anfield condiciona el mercado blaugrana

A Bartomeu le espera un verano movido

A Bartomeu le espera un verano movido / sport

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

La clamorosa derrota de Anfield produjo un auténtico terremoto visceral en las primeras horas, pero las consecuencias se irán pagando en las próximas semanas. Y no solo por un replanteamiento de club -que también-, ni tampoco por perder ingresos importantes sino que ya tiene una afectación directa en la planificación del próximo proyecto. El mercado blaugrana se ha complicado y eso costará muchos millones de euros en operaciones de entrada y salida que, en condiciones normales, debían ser positivas para el club. Es evidente que el mundo del fútbol sabe que el Barça está obligado a remodelar su plantilla y eso penalizará el negocio. Las ventas se abaratan y las compras se disparan. Así va el negocio cuando los rivales huelen necesidad a kilómetros de distancia. 

El Barça tenía ya perfectamente estructurado el mercado de verano con la llegada de piezas puntuales -De Ligt era y es innegociable- y con la venta de algunos futbolistas discutidos y sin minutos. Con la Champions bajo el brazo, el caché de cualquier jugador blaugrana subía y la tranquilidad en las negociaciones hubiese provocado beneficios en caja. La dirección deportiva está obligada a colocar a cinco o seis futbolistas para invertir en lo necesario y se está encontrando con problemas para cerrar fichajes que estaban casi apalabrados. Los futbolistas piden más dinero para venir y los clubs ya ven venir al Barça como en el verano de la salida de Neymar. Ahora es el momento de tener nervios de acero y aguantar presiones para que el mercado no acabe en números rojos. Fichar bien e intentar vender mejor. Si se puede.