No aman a Messi, no le soportan más

Leo Messi mostró la camiseta del Barça al Bernabéu

Leo Messi mostró la camiseta del Barça al Bernabéu / EFE

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Parece una broma macabra, pero no lo es: la diferencia entre renovar o fichar a Leo Messi, legalmente, es tan bestia que el Barça está obligado a generar cuatro veces más ingresos que el coste que le supone la supuesta incorporación del ‘10’, que lleva vestido de blaugrana desde los trece años. Lo absurdo adquiere aquí tintes de pesadilla, como si Tebas fuera ese torpe payaso circense que, en lugar de arrancar risas, espanta a los niños. Y no es la primera vez porque, siendo consejero legal del Alavés y vicepresidente de la LFP, ya intentó en 2005 que el Barça no pudiera inscribir al que luego se convertiría en el mejor futbolista de la historia. Messi era entonces un niño al que quisieron apartar de la pelota. Como ahora.

Porque ese es el problema, el gran obstáculo que el Barça y el futbolista deben saltar de la mano para seguir caminando juntos. Nada es fácil si vistes de blaugrana y en el escudo luce la ‘senyera’. No es necesario recordar casos como el de Di Stefano, al que obligaron a vestirse de blanco para evitar que formara con Kubala un equipo de leyenda. La maquinaria no descansa, no duerme, no necesita enchufarse a la corriente para seguir minando la paciencia de quienes, en el Camp Nou, buscan liberarse de tanta opresión. Leo Messi lucirá el brazalete de capitán y la camiseta con el número diez a la espalda cuando arranque LaLiga ante la Real Sociedad, pero antes será necesario, una vez más, esquivar todas las minas colocadas estratégicamente con el objetivo de hacer explosionar la mejor historia de amor nunca escrita entre un club y un futbolista. Están hartos de Messi, de su tiranía futbolística y de su plasticidad. No aman la belleza, sino el poder. Y, pese a todo (s), no estropearán el final del cuento.