Alves puede ser el Edgar Davids de Xavi

Dani Alves besa el escudo del Barça tras anotar un gol

Dani Alves besa el escudo del Barça tras anotar un gol / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Dani Alves ha sido el mejor lateral derecho de la historia reciente del Barça. Durante ocho temporadas (del 2008 al 2016) fue el amo y señor de la banda. Sus incursiones ofensivas y su conexión con Messi le convirtieron en una arma atacante decisiva. Tras su marcha, el carril derecho ha quedado huérfano. El Barça lleva mucho tiempo buscándole sustituto. Pero no lo ha encontrado. Y ahora, tras la imposibilidad de tener un relevo de garantías, Xavi no ha dudado en ‘reficharlo’… a pesar de que tenga 38 años.

Está claro que el rendimiento de Alves es una incógnita. Lleva meses sin jugar (abandonó el Sao Paulo a mediados de septiembre) pero siempre ha demostrado una enorme profesionalidad que le ha permitido mantener una forma física excepcional. Por muy poco que pueda ofrecer, será mucho. Sobre todo si lo comparamos con las alternativas que hay en este momento en la plantilla: Sergiño Dest y Sergi Roberto. Xavi busca profundidad y abrir el campo por los extremos.

Eso, sin duda, puede aportarlo Alves. Y, además, a un precio módico: llega libre y dispuesto a aceptar un salario bajo porque su sueño es jugar su último Mundial con Brasil en Qatar. Futbolística y económicamente, la incorporación del veterano lateral no genera dudas. Tampoco mediáticamente: su llegada sería un bombazo informativo.

El único problema es que fichar un futbolista de 38 años tiene muy poco que ver (por no decir nada) con la construcción de un proyecto de futuro. No es, por supuesto, una apuesta por la cantera. Ni una incorporación estratégica. Es una oportunidad de mercado para solventar una emergencia. Xavi acaba de aterrizar pero ya sabe lo que tiene en la plantilla. Ha seguido al Barça desde la distancia. Semana a semana. Partido a partido. Y conoce sus carencias. Alves puede resolver algunos de los muchos problemas ofensivos que tiene el equipo blaugrana. Además, su implicación está asegurada. Desde el primer minuto. Y eso representa una garantía para el nuevo entrenador blaugrana. El fichaje de Dani Alves hasta final de temporada puede significar también un revulsivo similar al de Edgar Davids en 2003, el primer año de la primera etapa de Laporta como presidente. El holandés hizo resucitar al Barça de Rijkaard. Alves también puede hacerlo con el Barça de Xavi.