La alta exigencia hace mejor al Barça

El cuerpo técnico y el banquillo del Barça celebra el tanto de Jordi Alba frente al Betis

El cuerpo técnico y el banquillo del Barça celebra el tanto de Jordi Alba frente al Betis / AFP

Gerard López

Gerard López

No era un partido nada sencillo el que el Barça disputó el pasado sábado en el Benito Villamarín. El Betis, campeón de Copa, aparecía como el último rival que podía poner en un serio compromiso la clasificación de los blaugranas para la próxima Champions, objetivo de mínimos de la temporada, pero para nada menor a la hora de seguir construyendo el proyecto de Xavi Hernández desde el césped y de Joan Laporta desde el palco.

El equipo, en ese sentido, volvió a demostrar que se siente más cómodo cuanto más alta es la exigencia propuesta por el rival. Y el Betis se lo puso muy difícil, jugando muy bien al fútbol y generando peligro de forma constante. La respuesta del Barça estuvo a la altura de lo que exigía el partido y el momento porque la Real Sociedad había caído ante el Levante y Villarreal y Sevilla se enfrentaban al día siguiente. Los de Xavi aceptaron el reto y lo solventaron con éxito. 

No es la primera vez, como explicaba el propio técnico tras el encuentro, cuando recordó que su equipo ha sido capaz de ganar a los diez primeros clasificados de LaLiga. Este es un hecho que hay que valorar en su justa medida y darle la importancia que merece. No es un tema anecdótico. El Barça, en lo que parece una tendencia, ha sabido competir mejor contra rivales de la zona alta de la clasificación y, en cambio, ha tenido más problemas cuando se ha tenido que medir a rivales que optan por cerrarse atrás.

Ahí están los ejemplos del Cádiz, el Rayo Vallecano o el Mallorca, tres equipos que han sabido generar muchos problemas a los blaugranas. De hecho, los de Xavi han sido incapaces de ganar ni uno solo de los cuatro duelos ante gaditanos y madrileños. El partido ante el Alavés en Vitoria también se atragantó. 

Todo lo contrario de lo ocurrido cuando el Barça ha visitado el Bernabéu, Anoeta o el Villamarín. O cuando ha recibido en casa al Sevilla o al Atlético. La sensación es que los blaugranas compiten mejor cuanto más alta es la exigencia, aunque, de todas formas, habría que sumar a esta explicación motivos futbolísticos para ser completa. El fútbol planteado por los blaugranas es más efectivo ante rivales a los que también les gusta tener el balón. Los futbolistas se sienten obligados a enchufarse, a defender más fuerte, con mayor intensidad. Es obvio que habrá que ser más reconocibles en cualquier circunstancia para competir por los títulos, pero la base es buena para seguir edificando.

Mientras, el Barça recibe esta noche al Celta, otro de esos equipos que activan la mejor versión de los de Xavi. Asegurada la Champions, toca sentenciar la segunda plaza para centrar ya todas las energías en planificar la próxima plantilla, empezando por las muchas salidas previstas para, luego, acertar con los refuerzos necesarios.