Alonso y los aguadores del vino

Fernando Alonso, en racha

Fernando Alonso, en racha / Alpine F1 Team

Josep Lluís Merlos

Josep Lluís Merlos

Que esta temporada de F1 está siendo apasionante es algo que a estas alturas no puede llegar a cuestionar ni el más cenizo de los aguafiestas profesionales. Con su tercer puesto en Qatar Fernando Alonso se ha convertido en el decimotercer piloto que este año ha conseguido subir al podio; una marca que hacía muchos años que no sucedía. El resultado del asturiano tiene un mérito extraordinario. Tanto por el hecho de haberlo conseguido con un coche inferior a los de las escuderías dominadoras -sí, ya lo se, Ocón ganó con el mismo vehículo en Hungría (gracias al español, por cierto)-, como por haberlo obtenido con 40 años.

Nos maravilla que Pau Gasol jugara con la misma edad; que Feliciano López destacara en la última eliminatoria de la Davis también con 40 tacos; que Rossi haya colgado el casco superada esa “antigüedad”… Y, sin embargo, poco se ha hablado del mérito de lo de Alonso en Doha… siete años después de su último cajón. A lo largo de los 71 años de la F1, además de él sólo consiguieron auparse a alguno de los tres peldaños hacia la gloria en alguna carrera otros cinco pilotos con una edad similar:  Giuseppe Farina, Juan Manuel Fangio, Luigi Fagioli, Maurice Trintignant y Graham Hill. Claro que esos eran pilotos de otra época, como lo demuestra que Nino obtuviera su primer título a los 44 tacos, y El Chueco con 40… pero es que entonces todos los deportes se iniciaban más tarde.

Como Nigel Mansell en 1994, o Michael Schumacher en 2012, el de Oviedo ha protagonizado una “segunda vida” en la F1 con cuatro decenas de almanaques en la mochila. Pero, lejos de reconocer tal gesta, haga lo que haga, no falta quien le niegue el pan y la sal a Alonso.

Lo que vimos en Losail fue espectacular, y difícilmente se va a poder repetir en Jeddah, donde las características de la pista penalizarán mucho el coche del español. La generosidad en su pilotaje desde la salida, la forma como gestionó los neumáticos, su maestría durante todo el GP parece que no fueron argumentos suficientes para quienes han minimizado que fuera proclamado Piloto del Día. Las penalizaciones que le ayudaron en su posición en la parrilla, el acierto con la estrategia por parte de Alpine, o el VSC que hubo en los últimos compases de la carrera que neutralizaron la cabalgada de Checo Pérez han sido los asideros a los que se han agarrado los que han querido echarle agua al vino en el momento de ponderar su tan largamente esperado podio.

Nunca creí que Alonso tuviera opciones de ganar el título de este año, y sigo teniendo mis dudas sobre su chance para el año próximo, pese a ser de los que tienen tanta fe en “El Plan” como incertidumbre sobre el rendimiento de su coche a partir del 2022. Pero de ahí a no reconocer lo que es justo valorar, dista un trecho. Y la temporada que está cuajando Fernando es francamente buena, sobretodo si no crees en milagros.

Igualmente, la primera campaña de Sainz con Ferrari es de campanillas. Carlos lleva trece carreras seguidas puntuando, algo que no puede igualar nadie de la parrilla. Ni tan siquiera Verstappen o Hamilton. Con 27 GP consecutivos llevando su coche a la meta su aportación a los equipos es inmensa. Y con dos carreras por delante, veremos si no es capaz de neutralizar la exigua ventaja que le lleva su compañero Charles Leclerc.

Para valorar el trabajo de Alonso o Sainz, no es necesario ponerse la bandera en los ojos como una venda. Basta con analizar los números. Y disfrutar con lo conseguido.