¡Que alguien acabe con esta pesadilla!

Decepción azulgrana

Decepción azulgrana / JAVI FERRRÁNDIZ

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Ver al Barça esta temporada se ha convertido en una pesadilla para los barcelonistas. Una pesadilla que no tiene fin, con un entrenador que no sabe qué hacer para resucitar a un equipo muerto, un equipo que no da señales de vida en ninguna de sus líneas ni en ninguno de sus jugadores, un equipo que no parece un equipo profesional, un equipo que se arrastra por los campos de fútbol sin ningún orden táctico ni la más mínima señal de ambición. Todo en el Barça de Koeman es de encefalograma plano. A nivel colectivo y a nivel individual. Ter Stegen ya no salva puntos. La defensa es de broma. El agujero en el lateral derecho es patético, a Piqué le rompió ayer la cintura un delantero de 35 años, Radamel Falcao, que, por cierto, es mucho más efectivo y peligroso que cualquiera de los delanteros del Barça. Busquets ya no es un seguro de vida. Ayer no lo fue, un error suyo costó los tres puntos. Coutinho es una caricatura, Memphis no da una ni de penalti y el Kun tampoco vio puerta.

EN CAÍDA LIBRE

Y lo peor de todo es que no se ve solución. La hay, debe haberla, pero el que la tiene que aplicar no la tiene, eso seguro. Miren, llevamos diez partidos de Liga y tres de Champions, y Koeman todavía está de pruebas. Ayer ensayó con el 4-2-3-1 y tampoco funcionó. Doble pivote con Busquets y Nico, Gavi en el banquillo y Agüero como punta de referencia, lo que supuso pasar a Memphis a la banda izquierda. Un sistema para Coutinho, que tenía que ser el más beneficiado al situarse como media punta por detrás del Kun en una posición que siempre ha reclamado, pero que tampoco le sacó de la miseria futbolística en la que está sumido. Tanto cambio de estrategia, tanta duda, tanta incompetencia, delata a un entrenador que no sabe a lo que quiere que su equipo juegue. Llegados a este punto del drama, yo creo que no hay dudas. El equipo está en caída libre, sin dirección ni líder ni confianza. Si no se hace nada, mañana será peor que ayer. ¡Que alguien acabe con esta pesadilla, por favor!

La clave: si no se toman decisiones, mañana todavía será peor que ayer.