Alarma por la situación

nada más que para comprobar que uno está bien posicionado

Valverde cuenta con Arturo Vidal

Valverde cuenta con Arturo Vidal / Efe

Xavi Torres

Xavi Torres

Los aficionados del Barça resultadistas que prescinden del juego de su equipo (“se gana, no se juega”) deben estar contentos. Si miran la clasificación lo verán en lo más alto. En cambio, los aficionados del Barça que sí atienden a cómo se exhibe su equipo (“si se juega, se gana”) estarán un poco más preocupados: los de Valverde encajan con facilidad y exhiben una triste imagen lejos del Camp Nou donde solo han ganado el 50% de los puntos.

Desde hace doce temporadas el primer equipo no sumaba tan poco… A estos seguidores -que evidentemente también son resultadistas porque quieren ganar (de hecho, Cruyff y Guardiola, sus referentes, son los entrenadores más resultadistas de la historia del club, los que mejores resultados obtuvieron)- les preocupan las sensaciones que desprende su equipo. En el último partido ante el colista Espanyol fueron, una vez más, preocupantes.

El ‘pan para hoy, hambre para mañana’ cada vez es más evidente. El Barça tiene los mismos puntos (40) que el peor Real Madrid de los últimos tiempos, añorado de los goles de Cristiano Ronaldo y la manija de Modric, expectante todavía ante los jóvenes Valverde, Rodrygo y Vinicius pero ilusionado por ganar la Liga ante la ausencia de un equipo imponente. Los azulgrana, con el imperial Leo Messi, tienen los mismos puntos. ¿Se imaginan la vida culé sin él?

No hay dudas de que en el Barcelona está habiendo una múltiple dejación de funciones. La Junta Directiva no ha dado en el clavo en muchas de sus decisiones deportivas para la renovación del equipo y, en sus aciertos, por ejemplo con Frenkie de Jong, Valverde tampoco ha colaborado en la progresión colectiva. Con el holandès y con Antoine Griezmann este Barça todavía juega peor que el de la temporada pasada. Finalmente, hay comportamientos individuales de los futbolistas, auténticos amos y señores del club, que dirigen el equipo a la mediocridad más absoluta.

A la excelencia solo se llega con talento y trabajo, con la instauración de una auténtica cultura del esfuerzo que lleva a un equipo -con los futbolistas que tiene el Barcelona- a la condición de temible. Al Barça actual le faltan tantas cosas para ser un referente futbolístico que se conforma con ser colíder de la Liga, con los mismos puntos que este Madrid. Duele solo verlo, con Messi y excelentes jugadores como De Jong, Suárez, Sergio, Piqué o Ter Stegen, por nombrar solamente a algunos. Falta fútbol y también energía, a pesar de contar con la frescura de Fati, demasiado invisible últimamente.

Esta semana llega el primer título, la Supercopa de España, por supuesto al alcance de sus posibilidades. Luego vendrán los demás. Nadie sabe si la situación tiene todavía remedio pero lo peor, parece, es que nadie se atreve a intervenir. Alerta.