Ahora toca vestir el mono de trabajo

Messi está feliz en Barcelona. Neymar está feliz en París imaginando que puede regresar a la que fue su casa. Mbappé está feliz pensando lo poco que le queda en la capital francesa. Haaland está feliz con el representante que tiene, que parece que va a conseguir sacarlo del Borussia Dortmund a pesar de lo que digan su presidente y su director deportivo. El ‘Kun’ Agüero ya es feliz de por sí, pero si encima se instala en la Ciudad Condal es posible que multiplique su felicidad. Mientras estos jugadores que copan el podio de los mejores y mejor pagados en lo suyo se relamen de gusto con la que se avecina y dejan su futuro en manos del destino, de Raiola y de las ambiciones, el día a día va vestido con mono de trabajo.

Veo que el presidente del Barça sigue en esa línea de moderación dialéctica (a nivel público, cuando menos) y de esperar agazapado en la sombra para dar el zarpazo, si puede, cuando convenga. De momento, ha dejado solo a Koeman y a Piqué en sus críticas al estamento arbitral. Él, que en campaña electoral dijo que “una de las primeras cosas que haré será pedir que me muestren cómo funciona el VAR, porque veo que favorece al Real Madrid”, tras el robo de minutos en Valdebebas no dijo nada. El técnico se quejó -no le aplaudo pero entiendo su rol- y uno de los veteranos se lanzó al ruedo tras Gil Manzano, algo que casi le cuesta una cartulina que le hubiera impedido disputar la final de la Copa del Rey. Laporta da la sensación que se reserva para empresas de mayor enjundia y ya no hay tantas ganas de volver a ver a los de la capital y sí a los que pueden avalar, financiar y asegurar la continuidad de Messi y la contratación de un jugador que permita que Leo siga en el Barça.

Ver al jugador argentino temblando de frío en el feudo madridista me pareció una metáfora del presente y del futuro más inmediato del club. El mejor también tiene momentos de debilidad. Pero sigue siéndolo y esas pequeñas miserias le hacen más grande y más real. Eso es lo que debe empujar ahora al equipo. Hay lo que hay y, a pesar que llueven chuzos de punta, el doblete es viable. Esta es la felicidad posible. La de hoy, la del sábado y la de las jornadas de Liga que restan sin Agüero, Neymar, Mbappé o Haaland.

EN EL AVE

FLORENTINO I EL ETERNO

Ganar cuando el rival no comparece no es ganar, pero vale para perpetuarse. Sin campaña, sin competencia, con todo a favor y nada en contra, Florentino Pérez renueva su condición de presidente del Real Madrid por cuatro años más. Las condiciones para acceder a la poltrona blanca solo las puede asumir y pocos -pueden contarse con los dedos de una mano- más. Un sexto mandato le contempla. ¿Alguien lo dudaba?

RAMOS: A PERRO FLACO...

...todo son pulgas, que dice el refrán. A la lesión del de Camas se ha sumado un positivo en covid-19 que le ha impedido viajar con sus compañeros. Un mal trance para el capitán madridista del que espero y deseo se recupere a la mayor brevedad. Se le echará en falta porque si alguien puede presionar a los árbitros y animar a los suyos desde la grada, ese es Sergio Ramos. Aunque esté más fuera que dentro del Real Madrid.