Adiós a los 'celebrarecopas'

El once inicial que presentó el FC Barcelona en Wembley contra la Sampdoria el 20 de mayo de 1992. Arriba, de izquierda a derecha: Zubizarreta, Nando, Salinas, Koeman, Laudrup, Stoichkov y Eusebio. Agachados (mismo orden): Corbella, Bakero, Ferrer, G

El once inicial que presentó el FC Barcelona en Wembley contra la Sampdoria el 20 de mayo de 1992. Arriba, de izquierda a derecha: Zubizarreta, Nando, Salinas, Koeman, Laudrup, Stoichkov y Eusebio. Agachados (mismo orden): Corbella, Bakero, Ferrer, Guardiola, Juan Carlos y Mur. / Antoni Campañà

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Veinticinco años, en mi caso, son media vida. Y resulta emocionante (y preocupante) echar la vista atrás para intentar recordar lo que pasó en 1992. El año olímpico. El año de los Juegos de Barcelona. Los mejores Juegos (todavía hoy) de la historia. Pero también el año de la primera Copa de Europa del Barça. El año del Dream Team. Y de la primera Liga de Tenerife. Muchas imágenes se agolpan en la memoria. ¿Cuál fue el mejor momento? Imposible elegir solo uno. Pero, sin duda, el gol de Koeman ha quedado grabado en mis retinas con tinta indeleble. Y la reacción posterior de Cruyff, intentando saltar del banquillo para dar órdenes y tropezando con la valla publicitaria… no lo olvidaré jamás. Aunque pasen otros 25 años.

Y es que hoy se celebran, precisamente, 25 años de la victoria del Barça en la final de Wembley. Con ese lanzamiento de falta estratosférico de Koeman que dio el triunfo al equipo blaugrana sobre la Sampdoria. Aquel título fue el inicio de todo. Después han llegado cuatro Champions más. Pero ninguna ha despertado la emoción de la primera. Los culés que estábamos acostumbrados a perder, ganamos por fin. Y, desde entonces, nos hemos acostumbrado (malacostumbrado) a ganar. Aquella victoria de hace 25 años cambió la historia del Barça. Y la mentalidad del barcelonismo. Ya no somos ‘celebrarecopas’. Ya no nos conformamos con trofeos menores. Ahora soñamos, cada temporada, con la Champions League. Porque, desde aquel 20 de mayo de 1992, somos grandes.