Adiós al prisionero Umtiti

Samuel Umtiti esta temporada con el Lecce italiano

Samuel Umtiti esta temporada con el Lecce italiano / EFE

Tomàs Andreu

Pobre Samuel Umtiti. Y nosotros sin saberlo. Ahora resulta que Big Sam en el Lecce se ha liberado del tremendo yugo al que estaba sometido durante su terrorífica etapa en el Barça. ¡Qué bien! Cómo nos alegramos que ahora pueda disfrutar de su fantástico día a día en el Calcio pasando página a la cruda etapa en la que ni tan siquiera se atrevía a salir de su domicilio en Barcelona. Menos mal que en su entrevista en Canal + nos lo ha confesado. Qué calladito que se lo tenía, y no será porque no ha tenido oportunidades para manifestarlo.

De hecho, un simple repaso a la hemeroteca nos permite recordar algo parecido a "no podía irme porque esta es mi casa". Declaración del propio Umtiti el 4 junio de 2018. Claro que el contexto era muy diferente, justo ese día acababa de firmar una renovación millonaria después de apretar y apretar a Bartomeu advirtiendo de una posible fuga. Bartomeu sacó la chequera y Umtiti recuperó la felicidad plena. ¡Qué lejos quedan esos tiempos!

En el comunicado del 10 de enero del 2022, tras volver a ampliar su contrato de forma voluntaria aunque reduciendo sensiblemente sus ingresos, tampoco existe constancia de su malestar. Bonita ocasión que Big Sam dejó escapar para expresar sus lamentos y así hacernos entender qué mal se portaba el barcelonismo con él. Y no solo el público que acudía al campo y en los escasos minutos que jugaba de vez en cuando le pitaba -todo un sacrilegio-, sino también el duro entorno culé que le aclamó hasta convertirlo en uno de los mejores centrales del mundo y ahora poco menos que le tenía recluido en su casoplón catalán.

Sinceramente, me alegro que a Don Samuel Umtiti le vayan bien las cosas por Italia. Y seguro que en el Barça también arden en deseos de que culmine la temporada cerrando una salida a otro club de mayores aspiraciones y, de paso, pueda finiquitar de una vez por todas el vínculo con el club azulgrana y su afición, esos que tan mal en su mayoría se han portado.

Adiós Umtiti, adiós, y no hace falta que vuelvas, excepto que quieras disculparte por tus desafortunadas declaraciones. Es cierto que un error lo puede tener cualquiera. Un mal día, o varios, son comprensibles e incluso disculpables. Como todos aquellos días en los que discrepaste con los servicios médicos, hiciste oídos sordos a sus consejos y optaste por unos tratamientos médicos alternativos que no condujeron a nada positivo. Igual ahí sí empezó el calvario. Pero esa, en buena medida, fue tu responsabilidad, no la de la entidad ni la de su afición.

Hoy, lo que toca, es defender al Lecce. Mañana seguro que podrás decidir otra alternativa. Lo importante es que no vuelvas a tu celda de oro catalana.